Primera versión de mi Cuaderno de Ruta, con entradas entre el 8 de febrero de 2005 y el 8 febrero de 2008. Visita mi Cuaderno de Ruta V.2 en http://www.carloscarreter.com o en http://carloscarreter.wordpress.com.
jueves, mayo 31, 2007
Edita tus propios libros de fotos
Uno dispone o se baja del programa de maquetación adecuado, compone las páginas del libro con las fotografías y los textos que prefiere, cuando está terminado lo sube a través de internet, y en unos días, tu libro está en casa, para disfrutar cómodamente de tus imágenes.
Mis primeras experiencias en este aspecto fueron cuando compré el iBook. Este portátil de Apple venía con el programa iPhoto, que permite una edición básica de imágenes, y que tiene una función de maquetación de libros de fotografías, sencilla y elegante. Quedé satisfecho. Las únicas pegas son el papel un poco fino y la fotografía en tonos mates. Tengo varios compuestos y adquiridos a través de Apple. De uso exclusivo en este tipo de ordenadores.
A continuación, probé los álbumes Hoffman. En esta ocasión, te bajas el programa de la página en internet, exclusivamente para Windows, lo maquetas, lo subes, y necesariamente has de pasar a recogerlo por alguno de los comercios adheridos al sistema. En Zaragoza, no hay problemas para encontrar algún comercio no excesivamente lejano. Las fotos quedan bien, en brillo, pero el aspecto general es un poco tosco, y las combinaciones de colores para la encuadernación no son lo más elegante del mundo. Pero es una opción.
La siguiente opción fueron los libros que ofrece la cadena española Fotoprix. También tienes bajarte el programa específico, sólo para Windows, y seguir la misma mecánica. Luego puedes pasarlo a recoger en un comercio de la cadena, ahorrándote los gastos de envío, o te lo mandan a casa, cotizando los correspondientes. La calidad del papel y de las fotos, en brillo, es muy alta. Pero la presentación de la encuadernación es trotera. La versión de tapas duras supongo que no aguantará mucho tejemaneje sin deteriorarse.
Recientemente he encargado un libro en MyPublisher. El programa de maquetación existe en versiones para Windows y Mac OS X. En este último caso, también es posible utilizar un plugin para iPhoto. La dinámica similar a los anteriores, aunque en este caso te lo remiten desde Nueva York, EE.UU. Hay varias presentaciones y tamaños. Yo elegi una con las tapas en piel que es realmente elegante. El papel es de buena calidad, aunque mate (que pena). Casi con toda seguridad, la opción de mejor calidad de las que he probado. Son rápidos. Yo solicité el libro un jueves, y al lunes siguiente estaba en Zaragoza. Te lo manda por mensajero y te dan el código del envío para que puedas realizar el tracking del paquete. Eso sí, son algo más caros, aunque yo me beneficié de un código de descuento y se anularon las diferencias.
En fin. Que ya no hay excusas para disfrutar de forma agradable de las fotos personales, de forma elegante y duradera, y que quede bien en la librería de casa.
martes, mayo 29, 2007
El novio de mi madre (2007)
El novio de mi madre (I could never be your woman, 2007), 27 de mayo de 2007
Sí, sí. Es así. Para cualquiera que entienda un poquitín de inglés es evidente que ese peligro público, ese tremendo delincuente, que pone los títulos en castellano a las películas extranjeras ha vuelto a hacer de las suyas. En cualquier caso, el objetivo era claro. Entretenerse una tarde de domingo y pasar un rato con ese icono que para muchos representó Michelle Pfeiffer entre los años 80 y 90. No la llamo icono sexual, porque nunca se caracterizó por hacer filmes con fuerte contenido sensual o erótico, aunque desde luego, algunos siempre hemos considerado mucho más erotizante a la Pfeiffer cantando Makin' Whoopie sobre la tapa de un piano de cola, que los vulgares cruzados y descruzados de piernas de alguna de sus colegas generacionales.
Dicho esto, y con las espectativas no excesivamente altas dado que se trata de una comedia romántica, con lo que esto significa en la actualidad, y habiendo visto alguna crítica positiva, nos encaminamos en una tarde electoral a ver este largometraje de metraje muy contenido, lo cual es de agradecer, firmado por Amy Heckerling. La intención es buena. Pretende simultanear dos críticas sociales en un entorno de mucho humor. Por un lado la crítica a los prejuicios hacia las mujeres por su edad, así como otros relacionados con los conceptos de belleza femenina. Por otro lado, el entorno de la realización de teleseries en los EE.UU. Quizá el contexto se nos quede algo alejado de la realidad de estos pagos. Pero como he dicho... la intención es buena. La lástima es que la película no tiene la suficiente mala baba. No es lo suficiente incisiva ni ácida como para trascender su estatus de comedia intrascendente. Lo cual es una pena porque había materia. Tiene algunos chistes divertidos, y otros que lo podrían haber sido si hubiesen echado un poco más de clorhídrico al asunto. No dándose las circunstancias mencionadas, el filme transcurre sin más efecto que el de arrancarnos alguna sonrisa de vez en cuando. Como no llega a los 100' de duración, no nos llega a cansar, lo cual también es una virtud.
La Pfeiffer sale guapa, simpática y hace su papel, que hemos de suponer como fundamentalmente alimenticio. Tiene su coña que durante la película se quite años respecto a los de su personaje que a su vez se quita unos cuantos años con respecto a su edad real... porque Michelle no tiene ya los cuarenta, ¿eh? Pero bueno, yo, a mi mujer gato favorita se lo perdono casi todo. El chico, Paul Rudd, tiene su gracia, no lo hace mal, pero tampoco es que sea para tirar cohetes la cosa. Por cierto, que este tampoco tiene los 29. Vamos que a los dos les han quitado 10 añitos en sus personajes. Y luego hay una serie de caracteres, con niña incluida, que ponen su gracia o sus chistes con mayor o menor fortuna.
En resumen, película palomitera de la que nos olvidaremos pronto, pero que tampoco molesta mucho en una tarde tontorrona de domingo. Le pondremos un seis a todo (interpretación, dirección, valoración subjetiva).
lunes, mayo 28, 2007
Un nuevo aspecto para las fotografías y McLaren se desmelena
En una de sus imágenes más recientes, propone una técnica para Photoshop, documentada en sus páginas de Flickr, que permite un ambiente muy especial en las fotografías que me gusta. Voy probándolo. La imagen de la entrada de ayer ya reflejaba algo de mi aplicación práctica a alguna de mis imágenes.
Hoy os ofrezco algún ejemplo más de los resultados que voy obteniendo.
Finalmente, recordar que ayer McLaren, con Alonso y Hamilton de protagonistas se paseo por las aristocráticas calles de Montecarlo. Y Alonsito nuevamente lider. A ver si dura.
Para ilustrar esta segunda parte de la entrada, os subo la fotografía que ya os puse el viernes pasado, pero procesada según la propuesta de Marta. No sé. Los coches se parecen menos a las fichas del parchís. Creo.
domingo, mayo 27, 2007
Sorpresa de una mañana de sábado de primavera
Con los años, no obstante, fui infiel a la marca, y en el momento de adquirir una cámara de enfoque automático, más avanzada, opté por echarme en brazos del gigante Canon y adquirir mi muy querida EOS 100. Pero no abandoné el sistema Pentax. Aunque cambié la P30N por una venerable y totalmente mecánica Pentax MX, fui adquiriendo en el mercado de ocasión una serie de objetivos Pentax, todos ellos objetivos de focal fija. Este último requisito producía dos efectos. Uno, que aunque los objetivos tuvieran ya sus años, la calidad óptica fuera razonablemente buena. Dos, que con una cámara tan compacta como la MX, pudiera salir a tomar fotos con un equipo más discreto y ligero que el Canon EOS.
Con el advenimiento de la fotografía digital, mis Pentax quedaron relegados a un cajón. Eso sí, libres de humedades y otras cochinadas, para que se mantuvieran en buena forma. Pero siempre he quedado con un sentimiento de culpa por el abandono de tan dignas ópticas.
Desde hace una temporada, he ido observando curiosidad los movimientos de Pentax para irse situando como una alternativa seria en el mundo de las réflex digitales. No es que pensase, cambiar mi sistema Canon EOS, totalmente consolidado. Pero... Y he aquí que en uno de mis comercios en internet favoritos para material de segunda mano y ocasión, Ffordes en Inverness-shire (Escocia), aparece una Pentax *ist DS, sólo el cuerpo, en buen estado, por poco más de 300 euros. Lo que cuesta una compacta normalita. Así que me dije... ¡para mí! Una cuestión importante es que con las nuevas Pentax es posible realizar fotografías con los objetivos de bayoneta Pentax K que en el mundo han sido desde la década de los años 70. Por supuesto perdiendo algunas funciones, según la antigüedad y las características de los mismos. Pero permitiendo una operatividad no muy distinta de la que me permitía la MX. Incluso mejor.
Como no me corría prisa, de las dos opciones de envío, opté por la entrega por correo (15 libras, y unos 10 días de período de entrega) frente a una agencia de mensajería internacional (35 libras, y unos 2 días de período de entrega). La sorpresa es que la cámara me llegó ayer sábado, ¡sólo 3 días después de haberla encargado! ¡Viva el Royal Mail! ¡Viva Correos y la simpática cartera de correo urgente con quien eché unas risas!
La cámara está en un estado impecable, en la práctica como nueva, por lo que considero que el precio es una ganga. Salí por la mañana con mi SMC Pentax-A 35 mm f/2,8, y salvo el enfoque automático perdido ya que es un objetivo de enfoque manual, colocando el aro de diafragmas en posición A todas las funciones de la cámara van perfectas. Y me cabe el conjunto en un pequeño y discreto bolso de bandolera, donde nadie puede suponer que va una cámara réflex digital.
Por la tarde, adopté más riesgos y le coloqué un SMC Pentax-M 40 mm f/2,8 "Pancake". Este es un objetivo extremadamente delgado y discreto, que hace que el equipo sea todavía más compacto. Al carecer de posición A en el aro de diafragmas, sólo se puede utilizar de forma racional con la exposición en manual (M en el dial de funciones). Pero bueno, así es como lo utilizaba obligatoriamente con la MX. No es una pérdida a priori. Pero es que la cosa todavía es mejor. Con el firmware actualizado, una vez elegido el diafragma, la cámara te da una propuesta de velocidad de obturación a partir de la cual tomas decisiones. Muy conveniente. Y además, aunque no tiene enfoque automático el sensor de enfoque se mantiene activo y te indica cuando ha detectado el mayor niviel de nitidez. Pierdes la medición matricial, pero puedes optar por una ponderada al centro o por una puntual. Vamos. Mucho más funcional y rápida que con la vieja MX.
Perfecto. Ya tengo una cámara de paseo mucho más competente que mis compactas. Y nueva vida para mis viejos objetivos Pentax. Hoy la probaré con los teles. Un 100 y un 200 que por la cosa del menor tamaño de los sensores digitales, actuarán como un 150 (macro) y un 300 respectivamente. Impresionante. Creo que me divertiré. Que es de lo que se trata.
Os pongo una imagen tomada con el 40 mm "Pancake". No juzgar colores y contraste. Está fuertemente "photoshopada" en este aspecto. Ya hablaré de ello.
sábado, mayo 26, 2007
Sábado por la mañana; las noticias de El País, la jornada de reflexión y el adiós a Paul
Normalmente, no puedo dedicar mucho tiempo a leer los artículos. Suelo revisarlo a primera hora de la mañana, a las 8, antes de meterme a fondo en las cosas del trabajo. Y como no hay mucho tiempo, paso rápido por los titulares, y muy pocas veces marco algún artículo para leerlo por la tarde en casa, en la sobremesa. Pero los fines de semana hay más tiempo y es más agradable.
Hoy, las noticias nos mandan reflexionar. Es una pena que la reflexión ante unas elecciones o ante cualquier cosa sea algo que oficialmente sea algo a lo que hay que dedicar 24 horas. ¿No sería mejor que nos lo tomásemos en serio y reflexionásemos habitualmente? ¿No resultaría ello en una mayor capacidad para elegir lo más adecuado y con mejor criterio? Pero no. Parece que la idea es que estemos atocinados todo el tiempo, nos creamos todo lo que nos dicen, y sólo reflexionemos un ratico justo antes de dirigirnos a las urnas. A veces se diría que lo de la democracia es cosa de un día. En cualquier caso, no me da la gana reflexionar. Como vengo haciendo desde hace años, voto por correo. Así me siento más libre para hacer con mi tiempo lo que me venga en gana. Así que ahora lo único que puedo reflexionar, me pasa siempre, es sobre si me voy a volver a arrepentir de mis decisiones electorales... claro que que cuando miro a las que he desechado...
Sigo leyendo. Nos informan también de que Paul Newman, a sus 82 añitos, ha decidido dejar esto del cine. Que ya no está para estos trotes, que su memoria y sus capacidades ya no son lo que eran; todas estas cosas. Pues me parece bien. Algunos aficionados al cine dirán que qué pena... Pues oiga, que hay que dejar paso a gente nueva, que hay que respetar el derecho al descanso de los mejores, y que siempre nos queda la posibilidad de volver a revisitar algunas de las maravillas que nos ha dejado en la historia del cine. Creo que hoy dedicaré un rato, ya que no a reflexionar, a una de mis favoritas de las protagonizadas por Paul.
Finalmente, una recomendación. No os perdáis las viñetas. Algunos las llamarán "tiras cómicas", pero no, a veces no dan risa, sino mucha tristeza. En cualquier caso, ante clásicos indiscutibles como Forges, Romeu, Peridis, últimamente mi favorita es la de Hipo, Popo, Pota y Tamo de Ramón. Me parece de lo más tierna. Ale. Me voy a dedicar a otras historias. Que ustedes lo reflexionen bien.
viernes, mayo 25, 2007
miércoles, mayo 23, 2007
Peleas desde la tarjeta...
Para distraer el cabezón, me he instalado una "máquina virtual" en mi iMac con VirtualBox. Una Xubuntu, que está funcionando estupendamente.
También contribuye a mi relax el escuchar a Dinah Washington a quien tenía injustamente abandonada. En este preciso instante suena Blue Skies.
Me relajaré también subiendo una bucólica imagen de un ratito de calma en un día de lluvia y tormenta. Como ha empezado hoy el día.
lunes, mayo 21, 2007
Zodiac (2006)
Cuando te enteras de que estrenan una película de David Fincher, y además te dicen que va de asesinos en serie, no queda más remedio que recordar aquella cosa tan estupenda que fue
Se7en. Bien es cierto que yo no he llegado a apreciar particularmente otros productos del director, pero he de reconocer que aquella película me pareción estupenda, dentro de un género al que yo no soy particularmente aficionado. Soy de los que opinan que me parece un referente más importante para el género del serial killer que la siempre alabada El silencio de los corderos. Pero para gustos, los colores. Como curiosidad en el user rating de IMDb.com,
esta última puntua 8,6 mientras que la de los pecados capitales "se queda" en 8,5. Suponiendo que los votantes de IMDb.com sean serios, claro.
Por lo tanto, las espectativas con las que nos acercamos a la sala de cine son razonablemente altas. Esperamos emoción, intriga, una historia bien compuesta y buen hacer cinematográfico en general. Vayamos desmenuzando en orden inverso estos elementos.
Indudablemente, hay muy buen hacer cinematográfico en el filme. Esto tampoco es una sorpresa. Los norteamericanos tienen tradición y oficio, y hay que ser muy zaborras para que la cagan a poco que tengan los medios. La película, rápidamente nos introduce en la época gracias a los acordes de Easy to be hard, canción del musical Hair, en pleno auge en la época de la acción principal; finales de los 60s y principio de los 70s. Directamente, presenciamos el primer asesinato de un asesino en serie, Zodiac. Pocos más presenciaremos, y siempre tratados con cuidado. El espectador no se horroriza por la aspectos más sangrientos de los actos; lo hace por la implicación psicológica del acto. A partir de aquí, la historia va fundamentalmente de aquellos que investigaron los asesinatos. El periodista del San Francisco Chronicle que más se implicó (interpretado por Robert Downey Jr.), la pareja de policías del Departamento de Policía de San Francisco que tuvieron asignados el caso (interpretados por Mark Ruffalo y Anthony Edwards), y finalmente, por el investigador aficionado y dibujante del Chronicle, que finalmente escribió un best-seller sobre el caso (a quien da vida Jack Gyllenhall). Todo ello bien presentado, con rigor, y dando lugar a un desfile de personas implicadas, o potenciales sospechosos, manejado con ritmo y habilidad.
En cuanto a la historia, es difícil mantener la tensión cuando los sucesos abarcan en lo esencial casi una década de tiempo histórico y en global más de dos décadas. Las elipsis temporales son frecuentes, y generalmente vienen ayudadas por indicaciones en pantalla. Supongo que el realizador no confía en que las modificación de ambiente o de entorno basten para orientar al espectador del transcurso del tiempo. Y sin embargo, es un aspecto muy cuidado del filme. La duración es larga; más de dos horas y media. No obstante, se ve sin que uno sienta mucha necesidad de revolverse en el asiento.
La intriga, la actitud del espectador sobre cómo ha sucedido todo, sobre quién es el asesino, se va diluyendo poco a poco. Conforme las vidas de los investigadores van tomando importancia sobre el asesino y su personalidad, cada vez más difuso hasta que se reorienta la investigación, se pierde esa tensión que en las películas de este género se espera. Y esto va acompañado por lo que yo creo que es la principal debilidad del filme. Desde mi punto de vista, el espectador no consigue emocionarse realmente con las cosas que le pasan a los personajes. Se situa en una distancia cómoda, que da a la película un carácter "relativamente" documental, perdiendo algunos de los beneficios que una buena obra de ficción lleva consigo.
La interpretación es correcta. Hay mucho oficio en el reparto de este filme, incluidos los numerosos secundarios de cierto prestigio que circulan por el largometraje. De entre ellos citaremos a John Carroll Lynch, que da vida al principal sospechoso, un personaje al que se le podría haber sacado un poco más de partido.
En resumen, una película correcta, con el mérito de no aburrir a pesar de su larga duración, bien construida y correctamente interpretada. La dirección probablemente merezca un ocho, con un siete alto en la interpretación. No obstante, la falta de emoción y de implicación hacia lo que está pasando me impide darle más de un siete.
domingo, mayo 20, 2007
El mundo es cascada de colores...

viernes, mayo 18, 2007
Nueva función en Picasaweb
Igual pongo alguno de vez en cuando.
miércoles, mayo 16, 2007
Diane Arbus (1923 - 1971)
Con esta fotógrafa queda claro que el concepto de estética no va necesariamente asociado al concepto de belleza, como muchos mortales del común opinan. La estética de sus imágenes es poderosas como podemos ver en la siguiente selección de obras. La autora no nos muestra la belleza, ni utiliza la técnica fotográfica para embellecer aquello y a aquellos que nos muestra. Su estilo es directo, sin contemplaciones. Su objeto fotográfico no es bello. Sale de la marginalidad y de la cloaca social. Sin embargo, la estética está ahí. Las imágenes son poderosas y nos dicen algo.
Interesante autora. Merece la pena el desvío.
Nota: Resulta curioso observar como la Wikipedia resalta más la faceta de actor de Allan Arbus que la de fotógrafo, que fue su profesión original.
martes, mayo 15, 2007
No deberías hacerlo, no merece la pena; ni de coña iremos a verla
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Decididamente, no merece la pena; está comprobado. La respuesta correcta no es 42, al contrario de lo que opinabas el otro día y de lo que diga esa novela que te a tí te parece de culto de la que procede esa película tan floja cuyo único interés son los ojos de la chica. La respuesta correcta es 3-3-3 (no 333; al loro con los guiones).
Finalmente, no. No vamos a ir a ver la película del maldito y aburrido superhéroe. Y estamos todos de acuerdo. Y no me vale que tenga un papelito la hija mona del feo director de películas estúpidas, tramposas, o de vulgar propaganda yanqui. Sabes que he ido a ver películas sólo porque la chica me gusta, pero éste no va a ser el caso. Debes ser la única mujer de este país dispuesta a ver semejante engendro cinematográfico, por voluntad propia, y no porque se sienta obligada a acompañar a su novio friqui.
Y ábrete una cuenta en gmail, que es fácil. Y no se llenan los buzones.
lunes, mayo 14, 2007
Retrato de un obsesión (2006)
Había varios motivos para ir a ver este largometraje. Fundamentalmente, dos. Por un lado, la presencia de la siempre imponente Nicole Kidman, siempre atractiva, aunque a veces irregular como actriz. Por otro lado, para mí, aficionado a la fotografía, la representación que de la personalidad de la fotógrafa Diane Arbus nos ofreciese esta historia cinematográfica dirigida por Steven Shainberg, de quien tuve la ocasión de ver la curiosa Secretary.
Dos cuestiones previas. El título que le han puesto a la versión en castellano no tiene absolutamente nada que ver con el título original, lo cual me parece siempre mal, y además hace que podamos confundirla con otra película de temática muy distinta, y cuyo título en castellano tampoco tenía que ver con el título original. Alguna vez he dicho que quizá la pena de muerte fuese una opción para los traductores de títulos cinematográficos. O cuando menos el ostracismo a una isla desierta en el Caribe, sin palmeras y sin playas, claro.
Por otro lado, la historia que nos cuentan no es real. Aunque basada en un personaje real, es una invención de ficción. Y eso debe quedar claro.
A partir de ahí, la ficción va de cómo una maruja de clase media-alta neoyorquina, estilista en el negocio de fotografía de moda de su marido, encuentra la inspiración para convertirse en una fotógrafa actual, que revoluciona el sentido estético de este arte en la segunda mitad del siglo XX. Y todo ello a través de su amistad con una persona que presenta una enfermedad congénita, interpretada por Rober Downey Jr, cuyo trabajo no podemos juzgar por su extrema caracterización y por haber visto la película doblada al castellano. Tardamos en entrar en la historia, que empieza morosa y sin una dirección definida, pero que luego nos cuenta unas relaciones interpersonales que no dejan de tener interés.
No obstante, el personaje de Arbus no está del todo bien definido, y no siempre es comprensible lo que hace o sus motivaciones. También puede afectar el hecho de que tal Kidman vez no sea la actriz ideal para el papel. Demasiado mona, y demasiado sobreactuada, con muchos suspiritos y ruiditos para mostrar unos sentimientos para cuya interpretación quizá no está lo suficientemente dotada, sin necesidad de estos recursos. La sensación es que Downey está muy bien, pero no lo puedo asegurar por el doblaje.
En general, el filme se deja ver, pero no acaba de emocionar del todo, aunque técnicamente la realización es más que correcta. A la dirección le pondremos un siete, pero la interpretación y mi valoración subjetiva se quedarán en seis.
Por supuesto, la película, para un amante de la fotografía, alcanza unos niveles de erotismo casi pornográfico cuando desfilan ante su mirada las Rolleiflexes, Leicas, Hassels y otros animales eróticos similares. Pero esto es un perversión muy particular.
domingo, mayo 13, 2007
Un riesgo que ha salido mal, y una estrategia mala
viernes, mayo 11, 2007
Vete a la m...., Bernie
Parece que el tarado en cuestión ya había tenido previamente algún que otro escándalo político. De aquí al domingo me pensaré si sigo comentando este deporte en estas entradas.
jueves, mayo 10, 2007
Pobrecito robot
miércoles, mayo 09, 2007
Dame 10 razones (2006)
Las historias mínimas no están de moda en el cine en general y en el cine que nos viene del Imperio en particular. Parece que si las tramas no son complejas, los personajes rebuscados y atormentados, o en ausencia de lo anterior, si no hay tremendos efectos especiales, nada vale. Por eso siempre resulta refrescante acercarse a situaciones sencillas, contadas asimismo con razonable sencillez, como es el filme que dirige Brad Silberling, director que no me es simpático por masacrar con su versión yanqui esa hermosa cursilada que es Cielo sobre Berlín (desde que vi por primera vez este filme, estoy enamorado de su protagonista femenina Solveig Dommartin, a quien no he vuelto a ver nunca en ninguna otra película; al realizar esta entrada, investigo en IMDb.com, y compruebo con pesar que la actriz falleció el pasado mes de enero con sólo 46 años de edad).
La historia tiene semejanzas obvias con la que se nos presentaba en Lost in translation. El azar reune a una mujer joven, interpretada por la española Paz Vega, desorientada en la vida, con algún fracaso a cuestas, y aun actor conocido, algo más que maduro, en este caso Morgan Freeman, interpretándose a sí mismo. De la interacción que se produce a lo largo de 12 horas de su vida, ambos personajes sacan algo nuevo, algo positivo. La película no va más allá, presenta algunos hecho sencillos, pero lo hace razonablemente bien. Con un presupuesto mínimo, la película ambientada probablemente en los suburbios de las conurbaciones del sur de California, o en otro lugar poco favorecido y con fuerte inmigración del sur de los EE.UU. (el actor realmente vive a caballo entre Charleston, Mississippi, y la ciudad de Nueva York). Se trata de una película de diálogos y sentimientos.
La interpretación de ambos es buena, siendo siempre estupendo disfrutar de un actor como Freeman, que obviamente se lo ha pasado muy bien en este filme. La de Paz Vega se ve penalizada por el hecho de que en este país sabemos cuál es su voz real, y nos extraña el doblaje de la misma. Pero mantiene el tipo con dignidad ante el peso pesado de la interpretación.
Puesto que las pretensiones del filme son modestas, tampoco irá mucho más allá en la historia del cine. Pero en poco más de 80 minutos, te cuenta algo que es probable que te interese más que muchas de las superproducciones que se estilan en el cine actual. Le ponemos un siete a todo; dirección, interpretación y valoración subjetiva.
martes, mayo 08, 2007
Carreras, comercios y otros problemas de salud
Me entero en ese momento de que abren los comercios. Me compro un libro. Vuelvo a casa. Mis problemas de salud no están solucionados. Mala noche. El lunes de baja. Hoy a trabajar; espero que sea la definitiva.


domingo, mayo 06, 2007
Muy ligeros problemas de salud...
jueves, mayo 03, 2007
Oh, Jhony...
Y he aquí que paseando por la bonita población de Brihuega, en la provincia de Guadalajara, nos encontramos cómo un producto tan castizo y nacional como los churros se ven descastados y desnaturalizados por un tal Jhony,... Ah, si el bueno de Johnnie levantase la cabeza... Claro que, como podemos comprobar, en esta churrería de pro siguen vendiendo "perritos calientes". ¡Pues no era pecado matar perritos! Y si no, ¿a qué viene la persecución mediática ejercida sobre la simpatiquísima Cruella de Vil? Incomprensible. Con lo a gusto que me hubiera comido en ese momento una salchicha de Fráncfort.
martes, mayo 01, 2007
La maldición de la flor dorada (2006)
Desde hace años, nos visita el cine chino con una variante peculiar. Las aventuras épicas de épocas pasadas con abundancia de luchas de espada y artes marciales. Y en este plan nos vuelve a visitar Zhang Yimou, que ya nos ofreció ejemplos previos de este tipo de cine.
El filme que aquí nos ocupa nos cuenta una historia que podríamos considerar un híbrido de las tragedias clásicas de Sófocles o Eurípides, con sus torturados personajes tipo Electra, Edipo o Antígona, y las tragedias de Shakespeare, con sus intrigas políticas y personales tipo Rey Lear. Pero a lo chino. Con una realización en la que puesta en escena, la ambientación, los aspectos formales, la decoración, el vestuario tiene una importancia fundamental. Quizá demasiado fundamental. Quizá nos distrae en exceso de lo que le está pasando a los personajes, que no nos llegan a entrar. Finalmente, ese destino trágico no nos afecta demasiado, porque nos hemos perdido en el barroquismo de los decorados y los vestidos, en la coreografía de las multitudinarias batallas,... o hemos estado demasiado preocupados por un posible desprendimiento de retina ante el colorido de los decorados palaciegos.
Es difícil valorar la interpretación. Nuevamente, el envoltorio de los personajes nos impide apreciar la labor de los actores. No obstante, habiendo conocido trabajos previos de Chow Yun-fat y, especialmente, de Gong Li, tengo la sensación de que no están a la altura de los mismos. Creo que efectivamente están encorsetados en sus papeles.
No obstante todo lo anterior, tampoco te aburres. Es razonablemente entretenida, así que le daremos al menos un seis a la dirección y a la interpretación con un siete para la valoración subjetiva. En esto último, reconozco que me pierde el aspecto de estas producciones. Aunque no sea tan elegante y delicada como La casa de las dagas voladoras del mismo director.