miércoles, octubre 31, 2007

Aquella Eurovisión (6b): Enamorado de las Koivisto Sisters

Artículos previos de esta serie:

La semana pasada comentaba el buen resultado de Karina en la edición de 1971. Con posterioridad, me ha llegado la actuación de los representantes de Finlandia, Markku Aro y las Koivisto Sisters. La canción se titulaba Tie UUteen Päivään. Bueno... es lo de menos. Las pintas del pollo son curiosas de por sí. Pero yo he quedado enamorado de las Koivisto Sisters, gemelas rubísimas, con una coreografia que ya la querría para sí el Bolshoi. En fin, vedlo vosotros mismos.



La fotografía de hoy, como no hay más remedio, corresponde a mis andanzas de este verano por Finlandia. Una de esas rubias que deambulaban alegremente por Turku.

Panasonic DMC-LX2
Focal: 19,2mm
ISO 100
Exposición: f/8 - 1/160s
(Recorte del original)

martes, octubre 30, 2007

Berlin, 1945

Durante años tuve la costumbre de que cuando salía de viaje en vacaciones, me llevaba siempre como lectura un libro que tuviese una relación directa o indirecta con el lugar a visitar. En los últimos años, esta costumbre había empezado a tener irregularidades, pero en mi reciente visita a Berlín, decidí retomar el hábito. La lectura elegida fue un libro que encontré hace unos meses en la FNAC y que todavía no había encontrado ocasión para empezar y leer de forma continuada. Se trata de Berlín, 1945 de Pierre Frei; en el original en alemán, el título es Onkel Toms Hutte, Berlin, literalmente, La cabaña del tío Tom, Berlín.

El libro trata de la resolución de una serie de crímenes cometidos sobre mujeres guapas y rubias, inmediatamente tras el final de la II Guerra Mundial, en el Berlín destrozado por los bombardeos y la invasión soviética. La acción sucede dentro del sector de ocupación norteamericano en la capital alemana, en los alrededores de la parada de metro (U-bahn) Onkel Toms Hutte. Me parece curioso que los nazis mantuvieran el nombre de una parada de metro dedicada a una novela contra el racismo.

La investigación de los crímenes no está mal, tiene su interés, aunque para su resolución el autor recurre de alguna forma a un Deus ex machina. Hablando en cristiano, se saca el criminal un poco de la manga. También tienen interés algunas historias paralelas de los personajes que rodean el entorno. Pero lo realmente original, lo que da un real interés a la novela, lo que me mantuvo enganchado es que la acción se ve interrumpida por largos flash-backs en los que se nos cuenta la vida de las mujeres asesinadas durante la época de la dictadura nazi y la guerra.

La vida de estas mujeres, diversas, nos ofrece un retrato panorámico de una sociedad con profundas contradicciones, con profundos problemas y que presentó grandes retos a sus habitantes, hasta la catástrofe final. Las mujeres son diversas. Tenemos una noble prusiana y una prostituta de los estratos más pobres de la sociedad. Una enfermera y una vendedora de libros o una actriz de éxito. En resumen, un recorrido por todos los estratos sociales. Y por supuesto, con una visión de simpatía y de solidaridad con esas mujeres que tanto sufrieron ante las aberrantes acciones de los hombres que las rodearon.

En resumen, una novela interesante de leer aunque tenga sus debilidades. A mí me enganchó, y a pesar de su extensión. No me duró más allá de los cinco días de viaje.

En la imagen de hoy, la Puerta de Brandemburgo, testigo de muchas de atrocidades similares a las narradas en el libro que recomiendo hoy.

Pentax *ist DS
SMC-DA 21/3,2
ISO 200
Exposición: f/8 - 1/500s

lunes, octubre 29, 2007

Promesas del Este (2007)

Promesas del Este (Eastern Promises, 2007), 28 de octubre de 2007.

A priori, y de acuerdo con lo visto en algunos filmes en los últimos tiempos, este corría el riesgo de ser uno de esos largometrajes multitemáticos, en el que se pretenden tocar muchas y trascendentes cuestiones, y acaban por ser superficiales en todas y fallidas en la historia. Pero no es el caso. La película, firmada por David Cronenberg, tiene como trasfondo el mundo de las mafias rusas en el Londres actual. Podría haber tratado de las propias mafias, de las prostitución, del tráfico de mujeres, de la violencia,... de muchas cosas. Pero afortunadamente, todo ello no es más que el decorado para lo que realmente es importante en la historia.

Esta es una historia de mafiosos de las buenas. Estamos habituados a que sean gángsteres italianos y a que la ciudad sea Nueva York. Pero eso da lo mismo. Lo que presenciamos es un proceso, de un hombre poco llamativo (Viggo Mortensen), que por motivos que vamos conociendo conforme pasa la película (aunque lo adiviné pronto), va introduciéndose en la organización mafiosa hasta ser alguien importante. La muerte de una adolescente embarzada, y la búsqueda de una matrona (Naomi Watts) que la atiende de un pariente para el bebé recién nacido es el entorno en el que surgirán contradicciones, dudas, complicaciones y transformaciones. No hay un final para la historia del protagonista, hay finales para las historias complementarias. Pero lo importante es el proceso interior de la persona.

Las interpretaciones son excelentes. Además de los mencionados cabe destacar a Armin Mueller-Stahl y a Vincent Cassel, en sus papeles de mafiosos, absolutamente soberbios. Así como otros secundarios, todos a gran nivel.

En resumen, una excelente película sobre mafias que, salvo que a uno le moleste la violencia dura, hay que ver. Yo le pongo un ocho, con otro ocho en la interpretación y un siete en la dirección.

La película de hoy transcurre en Londres, así que una instántanea de Londres ilustra hoy la entrada. Una librería, en Charing Cross Road. Cómo no.

Fujifilm Finepix F10

domingo, octubre 28, 2007

Tarde de tenis, aunque fuera un poco de pachanga

Ayer fui con unos amigos a ver un poco de tenis en vivo. Se celebraba en Zaragoza un certamen del Betfair Turbo Tennis. En un plazo de cuatro horas, seis tenistas juegan un torneo con partidos de 30 minutos, con las reglas modificadas para dar un poco de dinamismo al asunto. No faltan los sorteos, las cheerleaders y un presentador voceras y lamentable que no dice más que tontadas. Pero bueno. Aun hay oportunidad de ver alguna jugada curiosa.


Los jugadores fueron los veteranos Sergi Bruguera y Pat Cash, el sueco Joachim Johansson, Carlos Moya, David Ferrer y Rafa Nadal. El partido con más espectáculo en plan divertimento fue la eliminatoria entre Cash y Moyá, con subidas a la red, peloteo abundante, dejadas y buen rollo. Pero el más intenso fue la final entre Ferrer y Nadal donde, a pesar de que el mallorquí contaba con la condición de favorito y el favor del público, fue Ferrer quien se llevó el gata al agua con justicia.


Como estaba un poco vago para acarrear equipo, sólo me llevé la pequeña Fujifilm Finepix F10, con las que tomé fotos, aunque poca cosa con calidad hay para rascar. Aquí os he puesto una panorámica del pabellón (composición de cuatro fotos verticales unidas), y un saque de Nadal a Ferrer en los últimos momentos del partido.

Otra novedad. Tomé algunos vídeos con la cámara, y he subido uno a Youtube. Se trata de los últimos juegos trascendentes del partido final. Obviamente, la calidad es muy escasa, y más tras la compresión sufrida al convertir el vídeo al formato flash que utiliza el popular sitio para compartir vídeos. Pero os lo dejo como anécdota.

viernes, octubre 26, 2007

Un funeral de muerte (2007)

Un funeral de muerte (Death at a Funeral, 2007), 22 de octubre de 2007.

Ya hace unos días que vi esta película, pero hasta hoy no he encontrado la ocasión de comentarla. Sabiendo a priori que se trata de una comedia y que había recibido alguna crítica interesante, nos acercamos a ella sin muchas expectativas pero con la intención de intentar pasar un rato entretenido. Es difícil hoy en día esperar gran cosa de una comedia, así que...

El filme está dirigido por Frank Oz. Este director es más conocido como marionetista, habiendo trabajado con Jim Henson en los Muppets (Teleñecos en el solar hispánico), siendo el alma de personajes tan entrañables como el cándido osito Fozzie o la enervante cerdita Piggy, así como en Barrio Sésamo, estando detrás de personajes tan magníficos como el Monstruo de las Galletas. Para los más freaks, era la voz y el alma del Maestro Yoda en la saga de Star Wars. Como director ha hecho algunas películas más, con fortuna diversa.

Pero aquí no nos encontramos ante una película de muñecos, fantasía o galaxias en guerra. Aquí nos encontramos ante algo tan cotidiano como un funeral en el seno de una familia británica de clase media-alta. Con sus convencionalismos, y con todas esas características que tanto han dibujado diversas comedias en las dos últimas décadas, en muchas ocasiones con razonable fortuna. Lo que parece que va a ser un convencional acto social al uso, se convierte en un caos absoluto por la interacción de dos elementos. Por un lado, la afición de uno de los primos de la familia, un estudiante de farmacia, a ser aprendiz de brujo... especialmente en la elaboración de "pirulas" alucinógenas. Por otro lado, un curioso personaje se presenta en el funeral para realizar cierto "negocio". A partir de ahí se empiezan a dar una serie de situaciones donde una sucesión coral de personajes, a cual más aburrido a priori, dan lugar a una debacle general aunque controlada, en el que se van sucediendo los momentos de gran hilaridad. Porque he aquí lo fundamental de la cuestión. Hacía mucho, mucho, mucho, mucho, mucho tiempo que no me reía tanto y tan a gusto con una película. Aun siendo previsibles muchas de las situaciones, no dejan de hacer gracia. Por otro lado, las cuestiones en las que se basa la película no es muy diferente de las de los hermanos Farrelly (sexo, situaciones escatológicas, deformidad física, inadaptados,...), pero curiosamente las películas de dichos hermano nunca me han hecho gracia. Es la diferencia entre lo meramente chabacano y lo divertido, que encontramos en esta película. Sin estridencias. Todo muy británico.

Como la película es coral, no detallaré aquí a los actores, practicamente desconocidos por estos lares. Todos ellos se comportan con británica solidez interpretativa, poniendo mesura en las situaciones de alta comicidad. Indudablemente, en conjunto están bastante bien.

En resumen, una película muy divertida, si bien intrascendente, que causará risas y un estado de buen humor, hecha con razonable inteligencia. Algo poco común en las comedias actuales. Le pondré un siete colectivo (interpretación, dirección y valoración subjetiva).

En la fotografía de hoy, un rincón de la Inglaterra rural, en Glastonbury, similar al entorno donde sucede nuestro accidentado funeral.

Canon EOS D60
EF 28-135 f/3,5-5,6 IS USM
ISO 100

miércoles, octubre 24, 2007

Aquella Eurovisión (6): Por fin una auténtica chica yeyé "made in Spain"

Tras una semana de vacaciones volvemos a la eurovisiva carga. Artículos previos de esta serie:

Pues sí. En 1971, España lleva a una auténtica chica yeyé al festival, a su chica yeyé por excelencia. La jienense María Isabel Llaudés, más conocida como Karina, representó en la capital irlandesa a nuestro país con la canción En un mundo nuevo. Y no quedó nada mal. Obtuvo el segundo puesto con una canción alegre, pegadiza, muy festivalera, y que quedaba relativamente elegante si no fuera por algunos arreglos muy de charanga que ya habían contaminado otros éxitos de la cantante (no hay más que escuchar el impresentable arreglo instrumental de Aires de fiesta).

Veamos la interpretación de la "rubia" andaluza.


Lamentable el paparabapapapá del final, que estropea una canción bastante digna para lo que se llevaba en estos eventos. Y no negaremos que la chica le ponía ganas, a pesar de pronunciar constantemente la uve casi como "ufes", una vez pasados los nervios iniciales que llevaron a algún titubeo en la entonación de la canción en los primeros versos. Pero a quien no le pasaría semejante cosa.

La cantante fue elegida para representar a España en un programa-concurso de televisión, antecesor de los actuales "operaciones triunfos", aunque con cantantes ya consagrados. Se llamó Pasaporte a Dublín, y se impuso a figuras como Nino Bravo o Rocío Jurado. Ahí es nada. Si no recuerdo mal, lo echaban los domingos. Y yo lo veía.

Desde mi punto de vista, Karina ha sido injustamente tratada por la historia... y por sí misma. Ejerció un papel necesario dentro de la música pop de la época. No se trataba de buscar grandes músicas ni letras ni nada de esto. Mero entretenimiento. Música romanticona de guateque. Pero sus reapariciones ya madurita poco afortunadas, su deambular por los programas del "higadillo", la llevaron a una situación de patetismo que hace que se la recuerde más por estas lamentables situaciones que por su papel en la música intrascendente, pero necesaria, en este país.

Para entender mejor lo que era, veamosla, totalmente yeyé ella, en un "vídeo-clip" al estilo de la época con su Romeo y Julieta. Impagable. Y no menos impagable la coreografía del "ballet" acompañante.


En la fotografía de hoy, como no podía ser de otro modo, una vista de la capital irlandesa.

Canon Ixus 400
Focal: 22,2mm
ISO 50
Exposición: f/4,9 - 1/250s

martes, octubre 23, 2007

Siete mesas de billar francés (2007)

Siete mesas de billar francés (21 de octubre de 2007)

Reconocozco que ir a ver una película de la directora, Gracia Querejeta, me pone en buena disposición hacia el filme. Sus anteriores largometrajes me han gustado, incluso cuando alguno no ha sido un producto totalmente redondo. Si a eso sumas que tanto Maribel Verdú como Blanca Portillo han puesto de manifiesto últimamente bastante competencia actoral, la cosa tiene su interés a priori.

La película narra, como ya sucedía en Héctor, sucesos pequeños, de gente que no destaca por nada, pero que tienen sus historias personales y sus dramas. Esta es un historia de cuentas pendientes, de las que nos vamos enterando poco a poco, en dosis razonables, lo que nos permite empatizar con los personajes. Quizá el final es un poco apresurado en algunas cosas, pero correcto en general, probablemente, como consecuencia de la relativamente larga duración del filme.

Las dos actrices principales están muy bien, especialmente Blanca Portillo, y se ven muy bien acompañadas por un conjunto de secundarios que ponen los acentos adecuados a cada situación, también con sus pequeños o grandes dramas acompañantes, así como con algún apunte moderado de humor, que da un poco de optimismo al ambiente general del filme.

Creo que lo único que hay que lamentar es que la directora se prodigue tan poco, ya que nos ofrece un largometraje cada cuatro años aproximadamente. Por lo demás, de lo poco bueno que se nos ofrece en cine nacional. Yo le pongo un ocho en sensación subjetiva, con un siete en la dirección y un ocho en la interpretación.

En la imagen de hoy, cada vez son más frecuentes los anuncios publicitarios que explotan el concepto de integración racial o étnica, como este que encontramos en Mitte, Berlín. El filme de Querejeta también nos ofrece su aporte a esta idea de integración. Lo que no viene mal, dadas las noticias que nos vienen de por Europa.

Pentax *ist DS
Objetivo: SMC-A 50/2
ISO 800
Exposición: f/2 - 1/80s

lunes, octubre 22, 2007

Se acabaron los mundiales

En primer lugar, lo casposo. Se acabó el Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Y ya iba siendo hora. Que este año se han lucido. Afortunadamente, el desenlace ha sido divertido. El equipo McLaren, que lo tenía todo para ganar,... pues ha perdido todo. El cachondeo que se han traído en los últimos meses ha llevado a la debacle final en el último gran premio. Pues me alegro. Y no salvo a nadie. Y he tomado una decisión. Estos años atrás, por lo de Alonso, había abandonado mi tradicional filia hacia Ferrari. Pues nada. Voy a volver a ella. Me alegro del resultado del "simpático" Räikkönen. Y los otros, que se jodan. Por tontos. Y el primero Ron Dennis. Y después, el papá de Hamilton.

Por otro lado, terminó la Copa del Mundo de Rugby. Finalmente ganó Sudáfrica. Bien. Son los que que han jugado mejor y con más regularidad en todo el campeonato. Los ingleses han sido justos subcampeones, porque han suplido con corazón otras carencias. Pero lo mejor de todo ha sido el tercer puesto de Argentina, colándole cinco ensayos a la anfitriona Francia en la final de consolación. Y la cara de ajo que se le veía a Sarkozy, impagable. Hasta dentro de cinco años.

En la fotografía de hoy, en honor al "dicharachero" finés, vencedor en Fórmula 1, una vista de Naantali, en el país de los mil lagos.

Panasonic Lumix LX2
Focal: 25,2mm
ISO 100
Exposición: f/4,9 - 1/40s

domingo, octubre 21, 2007

Tarde me entero, pero triste me pongo, ha muerto Deborah

Indudablemente una de mis actrices favoritas. Elegante como pocas, capaz de hacer con la misma soltura y convicción de monja con dudas, de fogosa esposa adúltera, de orgullosa cristiana romana, de institutriz ex convicta, de institutriz danzarina en Siam, o sobretodo, de mantener el orgullo ante la desgracia en esa película tan estupenda que es An Affair to Remember (en español, Tú y yo). El pasado martes murió Deborah Kerr.

No me enteré a su debido tiempo por estar de viaje. La actriz británica estaba ya mayor, y hace mucho que no trabajaba. Pero nos quedan sus películas, la mayoría de las cuales recomiendo con fervor. Hoy sin falta me veré de nuevo alguna de sus películas. Que sirva de homenaje.

En la imagen de hoy, una vista de Dresde, capital del Reino de Sajonia en el siglo XIX, y que bien podría ser un modelo para la Strelsau de la Princesa Flavia, capital de Ruritania en El Prisionero de Zenda.

Pentax *ist DS
SMC-A 50/2
ISO 200
Exposición: f/8 - 1/200s

sábado, octubre 20, 2007

Compras, trenes, una aguja, la línea 100 y a volver

Ayer fue mi último día de escapada a tierras germánicas. Me lo tome con calma. Dejé en el apartamento los bultos gordos, y salí a pasear con la compacta. Primero me dirigí desde Savignyplatz hasta los grandes almacenes KaDeWe para mirar de comrpar unas cosas. Una pena, las tienditas de cosas monas de Savignyplatz no abren hasta las 11 ó 12 de la mañana. Mala suerte. A comprar en los grandes almacenes. De paso, terminé de despedirme de unas colegas de piedra e hice una de las fotos más tópicas de Berlín.



Después de las compras, cogí el metro en la bonita estación de Wittenbergerplatz y decidí acercarme al Deutsches Technikmuseum (Museo Alemán de la Tecnología o Museo de la Tecnología Alemana, no sé muy bien como se traduce) de Berlín, donde me encantan dos cosas. Por un lado, el avión que tienen colgado en la fachada como homenaje al puente aéreo organizado por los occidentales para burlar el bloqueo soviético a la entonces dividida ciudad, y la sección dedicada al ferrocarril, que me parece estupenda con sus dos rotondas en impecable estado. Estuve un rato viendo como trabajaban unos operarios para mejorar la exhibición de una de las locomotoras de vapor.





Con el tiempo apretando ya un poco me acerqué hasta Alexanderplatz, donde me comí una típica salchicha berlinesa antes de coger una vez más, y a modo de despedida, el autobús de la línea 100, de forma que pude echar un nuevo vistazo a los monumentos más característicos de la ciudad. Y ya, al apartamento a por el equipaje y de vuelta al charco. Ay, que pronto se pasarán los benéficos efectos del viaje...



Todas las fotos:
Fujifilm Finepix F10

jueves, octubre 18, 2007

Dresde, bonita bajo el sol, la lluvia y el viento

Alguno al ver alguna de las imágenes dirá: “Este jodido, que suerte tiene. Otra vez le ha hecho bueno”. Pues cuidado, no hay que engañarse. Hoy ha hecho un auténtico día otoñal, para compensar los primaverales días pasados en Berlín. Y va y lo hace justo el día que decido hacer una excursión a Dresde. Un paraíso para los tranvías.
La que fue ciudad mártir por los bombardeos aliados que la dejaron reducida literalmente a cenizas, fue reconstruida con su antiguo esplendor de capital sajona.



Además de los bonitos edificios barrocos como el de la foto anterior, también llaman la atención los esbeltos vapores que surcan el Elba, y lo gracioso que resulta verlos “arriar” la chimenea para poder pasar los puentes.


Uno de los monumentos más característicos de la ciudad es la Frauen Kirche. En mi vida había visto una iglesia tan llena de gente, y ninguno rezando. Bueno, alguno sí.



También me ha llamado la atención el enorme “puzzle” que constituye el Fürstenzug, un relicario de los príncipes electores sajones a través de los siglos. Así como el comercio cercano donde vendía bragas de lana... sí hechas de punto. Y no parecía una tienda barata, ni mucho menos. Supongo que es para abrigar la cosa en el frío invierno sajón. Ganas me han entrado de entrar y preguntar si son cómodas.



Después de comer, he cogido el tranvía y me he acercado al Parque Grande. Allí he visto una modernísima fábrica de Volks Wagen, así como las instalaciones de un tren en miniatura. No he visto el tren. No sé si funcionaba. De repente se ha puesto a llover con viento racheado y he emigrado con el tranvía a algún sitio más protegido que un parque.


Me he pasado al Neustadt (ciudad nueva), donde después de alternativas de sol y lluvia (cada 10 minutos sucedía una cosa y la contraria), he aprovechado para hacer alguna foto con buena luz, así como para echar un vistazo en alguna tienda de artesanías de la Hauptstrasse (algo así como la Calle Mayor).



Mañana último día y regreso. Un paseo por Berlín, alguna compra y por la tarde de vuelta al charco. Todo lo bueno se acaba.

Todas las fotos:
Pentax *ist DS
Objetivos: SMC-DA 21/3,2 - SMC-A 50/2 - SMC-A 100/4 Macro
Fujifilm Finepix F10

miércoles, octubre 17, 2007

Berlín bajo un sol radiante de octubre, 23º a la sombra

Tras cerrar la tarde de ayer con un nublado de cuidado, hoy a amanecido con un sol radiante sobre la capital alemana. Entendámonos, aquí el sol viaja por el cielo mucho más bajo que en España. Lo que está muy bien, porque las horas con buena luz para la fotografía son más. El sol ibérico es muy duro durante muchas horas. La mañana en todo caso empieza ante un oxidado cartel en el patio del edificio de apartamentos.


Ante tanta luminosidad, decido dar una vuelta por el Tiergarten, empezando desde los alrededores del Zoo. La línea 100 me permitirá ir subiendo y bajando cuando no me apetezca pasear.



Entre Lützowplatz y la Grosser Stern encontramos edificios de embajadas y de otros usos culturales, sociales y políticos. Algunos tienen arquitecturas interesantes, o cuando menos originales. Paseo por la zona hasta llegar al monumento a la Victoria. Como no lo conocía, me acerco y subo. No me agrada mucho. Aunque la figura alada era evocada por la película Cielo sobre Berlín, que me gusta, la verdad es que un monumento al pangermanismo, con las violencias que acarreó en el siglo XIX el sueño prusiano de una Alemania unida. Miedo dan éstos cuando se les mete en la cabeza los sueños imperiales.




Sigo el paseo por el Tiergarten, que se encuentra estupendo con tonos verdes todavía, pero con matices amarillos y rojizos. Yo pensaba que el otoño estaría mucho más avanzado; pero claro, si lleva haciendo días como el de hoy... 23º a la sombra por estas latitudes y con el otoño tan avanzado.



Me cojo la línea 100, y vuelta hacia el Zoo. En los alrededores se encuentra la Fundación Helmut Newton y el Museo de la Fotografía, y aprovecho las horas centrales del día para esta obligada visita. No se pueden tomar fotos, así que no hay documento gráfico. Después, me dedico a mirar algunos comercios, y una curiosidad me lleva de nuevo a Potsdamer Platz, al Sony Center. Como siempre lleno de gente. Y el caso es que este invento de Potsdamer Platz cada vez me gusta menos.


Me planteo ir hacia Prentzlauerberg, y subo caminando hacia la Puerta de Brandenburgo para coger el metro. Paso por el Monumento al Holocausto. Hoy caigo en la cuenta que está en los terrenos donde los antiguos búnkeres de los nazis. Mucho adolescente haciendo deberes para el instituto. En Unter den Tilen, el seudo soldadito de la Alemania Oriental sigue montando su numerito.



Cojo el S-bahn, pero cuando me bajo caigo en la cuenta de que me he equivocado. Tenía que haber cogido el U-bahn. Pero es que por esta zona, los dos van bajo la tierra. Paseo un poco pero no llego donde quería. Han vuelto las nubes, así que dedico echarle unas fotos a unos tranvías y me vuelvo al apartamento a descansar un rato.

Todas las fotos:
Pentax *ist DS
Objetivos: SMC-DA 21/3,2 - SMC-A 50/2 - SMC-A 100/4

martes, octubre 16, 2007

Una ciudad cambiante, sin lugar a dudas

Hoy primer día de visita completa a Berlín. Fundamentalmente, la idea para hoy era pasear y ver qué cambios se han producido desde mi última visita, hace cinco años. No obstante, en primer lugar, y dado que no me pilla muy lejos del apartamento, lo primero que he hecho ha sido acercarme a una tienda de fotografía en una bocacalle de la Ku’damm. El día ha amanecido nublado, pero pronto unos rayos de sol han empezado a iluminar las hojas otoñales de los árboles de la famosa calle comercial de Berlín.


Ya que estaba cerca, me he acercado a los alrededores de la Iglesia Conmemorativa y de la Estación de Zoologischergargen. El ambientillo aquí era el mismo que recordaba. Mucho mogollón, mucha tienda, chiringuitos que buscan sacarles los cuartos a los turistas que se acercan a la ruinosa iglesia con su pegote moderno. Quizá lo que más me ha llamado la atención han sido unos curiosos urinarios, totalmente alejados de algunos clásicos que vi en algún viaje anterior. Por cierto, que el muñequito no es berlinés, que es belga.



Desde Zoologischergarten he cogido la línea 100, con sus autobuses de dos pisos, para disfrutar de un “sightseeing” por la ciudad a precio de billete normal. En mi caso, con mi bono de varios días, pues muy poco. Me he bajado en Mitte, a la altura de la Universidad Humboldt, para luego acercarme a la esplanada delante de la catedral, donde dominaban las esculturas de Botero, que se pueden ver por varios sitios de la ciudad. Luego he ido paseando por las orillas del Spree hasta la estación de Friedrichstrasse, para dar un microsalto en el hiperespacio (el S-Bahn) hasta la nueva y flamante Hauptbanhof (Estación Central), con sus andenes a distintos niveles.





De ahí, un paseo por la nueva zona gubernamental, muy desangelada, hasta la puerta de Brandemburgo, ¡¡¡que por fin puedo ver sin andamios!!! ¡¡¡a la tercera va la vencida!!! Mucha animación. El más simpático, un organillero. Aunque no faltaban las clásicas estatuas vivientes o algún pavo disfrazado de soldado de la ex DDR. A un paso de aquí, el nuevo monumento al holocausto, que tampoco conocía, y que todavía no sé qué me parece. En un edificio próximo, una colección de coloridos ositos (el símbolo de Berlín), cada uno representando a un país, ha sido de los últimos momentos en los que se ha podido fotografiar con buena luz.





Luego un nublado notable ha empañado mi paseo por la Postdammer Platz y mi visita a la cúpula de Foster en el Bundestag (que no Reichstag, que ese es de antes de la guerra, aunque el edificio se el mismo, aunque menos chamuscado).



Todas las fotos
Pentax *ist DS
Objetivos: SMC-DA 21/3,2 - SMC-A 50/2 - SMC-A 100/4 Macro