No han sido muchos días, pero han sido intensos.
Florencia, por encima de todo. Pero también los valores seguros como
Siena,
Pisa y
San Gimignano. Y las agradables sorpresas como
Lucca. Ciudades bellísimas. Una maravillosa campiña, entrevista desde las ventanillas de los cutres pero efectivos trenes regionales de
Trenitalia. Una gastronomía apabullante; carnes, verduras, quesos...
También sus lados negativos. Mucha gente. Por todos lados. Sensación de ahogo en algún momento. Abrumador.
Y qué precios. Cómo se pasan los condenados. Pero es así el mundo occidental. La ley de la oferta y la demanda.

Hoy inicio la serie de imágenes toscanas. Y para empezar el tópico. El
Battisterio y la fachada del
Duomo, en
Florencia.
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