La celebración se está centrando en la exhibición en el Paseo de la Independencia de 25 leones iguales, obra del escultor Francisco Rallo, y pintados de colores y con distintos motivos por una variedad de artistas. El león es el símbolo de la ciudad; un león rampante de oro sobre campo de gules es el motivo dominante del escudo y la bandera de la ciudad. Lo debemos al brevísimo periodo en el siglo XII en el que la ciudad dependió de los reyes de Castilla y León, poco después de ser reconquistada a los musulmanes por el rey aragonés Alfonso I, y antes de que volviese a ser, ya definitivo parte integrante del Reino de Aragón del que sería capital en un futuro.
Yo recuerdo haber estado con cierta frecuencia en el taller del escultor, situado en la Calle Madre Sacramento de la capital maña, al ser mi padre cliente del artista. Este suministraba de pequeñas esculturas y relieves para las lápidas que elabora mi progenitor en su taller de mármolista. Lo que más me llamaba la atención del taller del escultor, eran las figuras de los caballos que preparaba para los carruseles de las ferias de atracciones.
En cualquier caso, es una nueva atracción para que los zaragozanos paseen por el ya muy concurrido Paseo de la Independencia, aprovechando el buen tiempo primaveral.

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