Leyendo ayer el
último penúltimo número de
Shutterbug, me decidí a ensayar una técnica que explica para convertir fotografías en ilustraciones. Por lo que explicaba, decidí que algunas fotos de mis vacaciones del pasado verano en
Tallinn,
Estonia, podrían ser adecuadas. El resultado no está mal. Quedan como si fueran viñetas de un cómic, con trazos muy limpios y colores imitando a la acuarela.
Os dejo unos ejemplo, a ver si os gustan.


Originales tomados con unaPanasonic Lumix DMC-LX2
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