En fin. De todos modos, no merece la pena ponerse excesivamente trascendente, y disfrutar de lo que aprovechable había y de los recuerdos que nos proporcionan. Como esta imagen de la fachada asimétrica de la fabulosa catedral de Chartres. Le he dado un toquecillo de antigüedad. El original era en color... de las viejas diapositivas Perutzchrome, que eran baratas. Creo que las hacía Agfa, que en paz descanse (si no ya, pronto). Pero bueno... por darle saborcillo.

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