No me extenderé mucho. Pero hay varios aspectos que puntualizar:
- No hace falta ser Spielberg, contar con medios modernísimos y montar una salchichería en pantalla para sentir el horror ante la guerra en una película. Un adecuado encuadre y expresión, una puesta en escena maestra, un hábil movimiento de actores y de figurantes, un uso de la cámara desde posiciones subjetivas, y uno puede sentir perfectamente lo que supone una carga de infantería contra posiciones fortificadas, la salvajada que supone y la estupidez de estos hechos.
- No es necesario que el "héroe" pertenezca al bando ganador de la guerra para que la historia tenga sentido, para que las personas sea personas y no estereotipos "satánicos" y de paso nos libremos de maniqueismos baratos, que no sirven más que para adocenar a los espectadores. Nuestros "héroes" son perdedores. Son los "malvados" "boches" de la Primera Guerra Mundial. Pero son los auténticos Héroes, los soldados de a pie que sufren las guerras. La película, no obstante, es norteamericana. ¡Cuánto se ha perdido en la primera potencia mundial a la hora de ser capaces de hacer reflexiones artísticas y cinematográficas, así como de ponerse en el lugar del otro!
- Quienes "pasan" de ver un clásico en blanco y negro del año 30 porque es una película "vieja"... son simplemente imbéciles, y no saben lo que se pierden.
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