Estas últimas semanas he leído dos libritos que tenían cierto interés. Ambos del mismo autor, Jesús Hernández, quien pretende dar otra imagen, menos dramática, a veces cómica, del fenómeno bélico. Los títulos,
- Las cien mejores anécdotas de la Segunda Guerra Mundial, y
- ¡Es la guerra! Las mejores anécdotas de la historia militar.
A partir de ahí, y hecho dicha salvedad, necesaria para la buena salud mental del lector, desfilan una serie de hechos relacionados con lo bélico con una doble misión muy clara. Por un lado, dotar de un mayor conocimiento histórico al lector, que encontrará un gran rigor en los diversos artículos o "anécdotas". Por otro lado, algo muy necesario también, entretener. A pesar de los títulos de los libros, en los que reina la palabra "anécdotas", muchos de los hechos narrados no son necesariamente anecdóticos, sino que están rodeados de hechos trascendentes en la historia de los conflictos armados.
Mi recomendación es que si os gusta la historia, los leais. Se aprende. Y no es poco. Y por otro lado, finalmente uno se reafirma en algo que ya intuía. Que la expresión "inteligencia militar" es un oxímoron. Vamos, en lenguaje más llano, un contrasentido. Algo que por mucho que lo busques...

"Pero esa es otra historia, y debe ser contada en otra ocasión" (M. Ende).
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