En alguna ocasión ya he hablado de esto. Siempre ha habido un cierto número de fotógrafos cuya principal pasión no es hacer fotografías y que estas sean cada vez mejores, sino poseer, admirar o hablar/divagar sobre el material fotográfico.
Desde el advenimiento de la fotografía digital, este "tipo" característico ha ido en aumento. Cualquier nueva tecnología atrae la atención de los curiosos; o genera nuevos curiosos. Las cámaras digitales no son ajenas a este fenómeno. Hacen correr ríos de tinta virtual en la telaraña mundial.
El anuncio de Canon de la nueva réflex monocular, que comercializará este otoño, ha levantado una expectación increible. Las discusiones sobre sus especificaciones técnicas, en las que me libraré mucho de entrar aquí, y las divagaciones sobre la calidad que ofrecerá, a pesar de que casi nadie la ha probado (¡no se vende todavía!), han emborranado los distintos tipos de foros que pueblan la red de redes. Mi sorpresa es que incluso se ha afirmado que su precio era una gran cosa, una democratización de la alta tecnología fotográfica, porque el precio de salida en EE.UU. será sólo de ¡¡¡3.300 dólares!!! Teniendo en cuenta que la vieja Europa siempre se ve castigada en la cuestión de los precios, estamos hablando de una cámara que costará más de medio kilo de las difuntas y entrañables pesetas, sin objetivo. Barata de c.j.nes (perdón no le he podido evitar).
Entendámonos. A mi también me gustaría tener una. Pero creo que hay que centrarse un poquito, y ser capaces de comprender que lo importante es disponer de herramientas fotográficas que pongan al alcance de todos la capacidad de hacer fotografías con la mejor calidad posible, y a ser posible que eduquen a la gente en esta creativa actividad que puede llegar a ser arte. Pero creo que, en estos momentos, lo único que importa en este negocio es vender mucho material. Poco importa la educación de las personas en el sentido estético del mundo que ven y cómo lo reflejan y lo inmortalizan para la historia; aunque sea la modesta historia personal de cada cual.
E insisto, si alguien tiene o va a tener una Canon EOS 5D, que así se llama la bestia, y le sobra,... bueno... pues que no me enfadaré si me la regala.
La imagen de hoy corresponde a restos de madera fósil de los antiguos bosques que han dado lugar a las turberas de Connemara, en Irlanda.
sábado, agosto 27, 2005
La fiebre del equipamiento fotográfico digital
Publicado por Carlos Carreter a las 16:03
Etiquetas: fotografía
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