En esta ocasión, nos enfrentamos a una biografía. O más bien deberíamos decir a un fragmento de biografía, ya que el título de la película es algo engañoso sobre lo que nos vamos a encontrar. No conoceremos la vida del escritor norteamericano Truman Capote, sino lo que se supone son los hechos y los sentimientos que lo rodearon cuando se enfrentó a los hechos de un asesinato múltiple en la América profunda, y los asesinos que cometieron el delito.
De entrada he de decir que al ver el planteamiento me sentí muy interesado por el filme. A sangre fría, la novela a la que dieron lugar los hechos, es una de mis favoritas de entre los escritores norteamericanos, pareciéndome también muy interesante la película que con el mismo título traslado la narración al cine. Revivir la historia desde otro punto de vista. Sentir lo que pudo sentir el escritor que como periodista primero y como creador después trata de trasladar los hechos y de transmitir unas emociones, me parece un ejercicio cinematográfico poco frecuente.
La dirección corresponde a Bennett Miller, del que yo no conocía ningún trabajo previo. Me parece correcta, aunque relativamente convencional, y a ratos un poco fría. No sucede así con la interpretación, más que correcta en general. Desgraciadamente, vi la película en versión doblada, lo cual es un problema contando la peculiaridad en el comportarse y en el hablar del personaje de Capote, interpretado por Philip Seymour Hoffman. No obstante, se puede considerar una muy buena interpretación, así como la del resto de los personajes entre los que destacaremos a Catherine Keener como la escritora Harper Lee, al excelente Chris Cooper como jefe de policia, al discreto pero eficaz Bruce Greenwood como pareja de Capote, y sobretodo a uno de los asesinos, interpretado por Clifton Collins Jr.
En resumen, me pareció un filme interesante, aunque quizá no tenga un aspecto o un tema especialmente comercial. Me entretuvo y me interesó en todo momento. Así que si os interesa la cuestión, no dudéis en ir a verlo. Le pondré un siete (con también un siete en la dirección, y un ocho en la interpretación).
PS: Detalle curioso. Hay una escena en la Costa Brava, con un taxi con matrícula de París. Pequeño problema de producción.
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