TCM lleva unos meses programando de vez en cuando La conquista del Oeste (How the west was won). No es que a mí me gusten particularmente las películas épicas de transfondo histórico, generalmente falseado, para mayor gloria de los gringos. Pero no puedo evitar sentir curiosidad por esta película, que una de los poquísimos filmes de ficción rodados con el sistema Cinerama.
Este sistema de rodaje y proyección, cuyo nombre procedía de la contracción de las palabras cinema y panorama, consistía en rodar y proyectar con tres cámaras, cuya imagen se ensamblaba creando una única imagen muy alargada y de gran tamaño. La mayor parte de las películas que se rodaron fueron documentales. Pero muy pocas salas de cine eran aptas para proyectar estas películas por lo que frecuentemente se montaban carpas provisionales que de forma itinerante llevaban el espectáculo por distintas ciudades. Yo tengo el recuerdo de haber visto de niño una de estas películas documentales en Zaragoza, aunque no recuerdo el título de la misma. La imagen nos parecía espectacular aunque tengo el recuerdo de que las transiciones entre las imágenes de los distintos proyectores se hacían muy evidentes. Y lo son todavía en las películas que se han adaptado a video como la que daba lugar a este artículo.
En fin, sólo me queda recordar lo que decía Hitchcock sobre los formatos panorámicos extremos que tanto se usaron en los años 50 y 60 para competir con la pujante televisión. Sólo los consideraba aptos para rodar las aventuras de un perro salchicha.
Sigo actualizando mi diario de viaje por Gales e Inglaterra. Y hoy os sugiero una visita a Glastonbury y Wells.
miércoles, julio 26, 2006
El cinerama, curioso experimento
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