No es que yo sea muy dado a los fastos patrios. He de reconocer que mi índice de "españolidad" si tal cosa existiera sería muy bajo. Es que conozco nuestra historia,... creo. La de verdad, no la oficial. Y hace muchos siglos que no nos prodigamos a la hora de hacer cosas que merezcan la pena ser celebradas.
La mayor parte de nuestras guerras en los últimos dos siglos han sido civiles o coloniales. Y tendemos a recordar más nuestras catástrofes colectivas o derrotas que nuestros éxitos, tanto los que se sienten muy españoles como los que reniegan de tal sentimiento, siendo probablemente una prueba de que los "hechos diferenciales" quizá no sean tales.
Cogimos tarde el tren de la revolución industrial, el de las reformas democráticas, el del estado laico y para todos (este todavía no sé si lo hemos cogido bien), el de las revoluciones científicas,... En fin...
Pero chico, hace 28 años por estas fechas, un montón de españolitos, algo temerosos todavía por donde iba a ir a parar la incipiente democracia, depositaron un sencillo voto que permitió que tuvieramos un marco de desarrollo común bastante más que razonable. No a gusto de todos, pero dado que eso es imposible,... razonablemente decente. Y que entre todos en este país se haga algo constructivo y razonablemente solidario merece la pena que se recuerde. Vamos,... que entre tanto santo, tanta hispanidad, y tantas otras fiestas sin mucho sentido, es de las pocas fiestas del calendario laboral que me caen simpáticas. Lo dicho. Feliz día.
miércoles, diciembre 06, 2006
Feliz día
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