Son muchos los que han celebrado la desaparición de uno de esos "salvapatrias" de los que la humanidad podría prescindir por completo y sin ningún problema. El problema es que aunque lastimosamente no ha podido sufrir las adecuadas consecuencias de la justicia, no sabemos si en estos momentos puede estar naciendo, educándose, o incorporándose al mercado de trabajo un futuro dictador. Preocupémonos por el futuro, por evitar que surjan nuevos engendros como este u otros que hemos sufrido más de cerca. Que no se repitan.
No olvidemos, que aquí o allá, siempre hay presuntos demócratas, gente que revisa la historia, los justifica e incluso los aplaude.
lunes, diciembre 11, 2006
No hay que alegrarse demasiado
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