Me encuentro en ElPais.com con que dos "insignes" actores yanquis, éste y esto, miembros de una de esas oscuras sectas que se quieren hacer pasar por religiones aceptables (¡como si las religiones aceptables no fueran sectarias!), empiezan a despotricar contra la psiquiatría y contra algunas de las herramientas que esta especialidad médica usa para aliviar a los enfermos mentales. Llegan a asegurar que la culpa de las matanzas entre adolescentes es culpa de los fármacos usados por esta especialidad.
Al grano. El problema no es que estos individuos, que son unos burros como de aquí Tombuctú, opinen y digan estas cosas. El problema es que como son famosos, la prensa, los medios de comunicación, les dan cancha, les ponen un micrófono y les permiten difundir sus burradas. De este modo, uno se pregunta quién esta más loco aquí,... o quién es más burro.
Penoso. O tal vez, simplemente, humano. Hoy no estoy optimista con mi especie.
A todo esto. Que me perdonen los burros. Nobles animales que no tienen culpa de nada. Y mucho más inteligentes que los ejemplares aludidos.
miércoles, junio 20, 2007
El problema de los que no se cortan en largar
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