Esto es como las oscuras golondrinas de Gustavo Adolfo, que vienen todas las primaveras sus casetas a colocar. Y nos ofrecen ¡¡¡un 10% de descuento!!! Ya se descornarán ya, con el esfuerzo.
Es curioso. En un país, en una Europa, tan entregados al libre comercio y al capitalismo. Donde se supone que los precios están al albur del juego entre la oferta y la demanda, los libros no tienen precio. Y no me refiero a su valor intrínseco como bienes artísticos y culturales. Me refiero a que desde el punto de vista económico no tienen un precio derivado de la oferta y la demanda; tienen una tarifa que ponen las editoriales. Y nadie puede modificar ese precio más allá de ese modesto 10%. Y además... están realmente caros. Que te cobren recién salido por un libro 18, 24, 30 euros... no se justifica por mona que sea la edición. Yo hace tiempo que me aboné a las ediciones de bolsillo. Y luego llegan las autoridades y los agentes culturales y dicen que en España no se lee. Y se extrañan. Serán gilipollas.
En fin. Pero que no os corten el rollo. Pasad por la feria. O mejor. Pasad por las librerías. No sólo en estas fechas. Siempre. Que leer es bueno... y caro. Que un día de estos, hasta nos cobran en las bibliotecas... ¡dichosos cánones, y maldito el burócrata europeo que los inventó!
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