Como uno vive lejos del afamado Valle del Jerte, no puede acceder con facilidad al espectáculo anual de los cerezos en flor. No obstante, este año pensé en aprovechar las oportunidades locales para fotografiar estos frutales en primavera y en todo su esplendor. Y el destino no podía ser otro que la localidad de Bolea en la provincia de Huesca.
Pero llegué tarde. El momento ya había pasado y sólo en algunas ramas de árboles situados en lo más sombrío quedaban algunas flores mustias. Algunas fotos tomé, y luego me acerqué a contemplar el Castillo de Loarre al atardecer. Os iré mostrando alguna foto.
domingo, abril 09, 2006
Ya no hay cerezos en flor... llegué tarde
Publicado por Carlos Carreter a las 10:10
Etiquetas: fotografía personal
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