Los zaragozanos no viven especialmente de cara a su teóricamente amado río Ebro. Son pocos los que salen a pasear por sus orillas. Quizá con todos los arreglos que se le están haciendo a la ciudad con la excusa de la Exposición Internaciónal de 2008, la cosa cambie. Ya veremos.
Pero cuando las noticias dan cuenta de la llega de las grandes avenidas. En días tontorrones como un jueves santo que te has quedado en la ciudad y hay poco que hacer, la gente sale a pasear con curiosidad
Así es posible ver gente asomada incluso desde el renovado Puente del Pilar, más conocido popularmente como el "puente de hierro".
Quien esto escribe, que a veces se siente raro yendo de una lado a otro con su cámara de fotos por una ciudad que es la suya, no siendo un turista, en esta ocasión se ve acompañado por numerosos conciudadanos que salen a tomar imágenes con la comodidad de las nuevas compactas digitales.
No obstante, es en el venerable Puente de Piedra donde más se acumula la gente para observar el "espectáculo", siendo la parte central del puente, junto al monumento a la memoria de algunos personajes relacionados con los Sitios, "apiolados" por los "gabachos", que los tiraron de cabeza al río.
No falta tampoco la gente que en las cercanías del Puente de Santiago se asoma para comprobar la escala que informa de la altura alcanzada por el río.
viernes, abril 06, 2007
La gran avenida llega a Zaragoza (2)
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