Entre los RSS que leo habitualmente, el que dedico a las noticias es el que nos ofrece ElPais.com. En realidad no lo leo; más bien lo "hojeo" puesto que normalmente ando mal de tiempo. Pero de vez en cuando encuentro alguna noticia que me interesa o que me parece curiosa.
Como la que me cuenta que nuestro vecinos portugueses han sido sometidos a la tortura de las encuestas. Y he aquí que los investigadores encuentran que algo más de un 85% se consideran bastante o habitualmente puntuales, mientras que sólo un poco más del 5% de estos considera que sus compatriotas son bastante o habitualmente puntuales. Vaya, vaya. O nuestros vecinos mienten mucho sobre sí mismos, o son bastante intolerantes con la puntualidad de sus compatriotas. O más bien será lo del famoso refrán, aquel de las pajas y las vigas en los ojos.
En fin, que quede claro que a mí los portugueses me caen muy bien. He visitado en diversas ocasiones su país, y pienso volver a hacerlo en un futuro. De hecho, Lisboa es una de mis ciudades favoritas, llena de encanto y de tranvías. Es más, me atrevería a decir que el resultado de esta encuesta se hubiera repetido en muchos otros lugares del mundo, incluido posiblemente el País de los Conejos. Simplemente, me ha divertido esta historia porque pone de manifiesto la eterna incosecuencia del género humano.
Bueno, seguiré trabajando un ratito. Mientras oigo un disquillo de Sara Tavares... qué bien.
jueves, noviembre 23, 2006
Que pillines estos portugueses, ¿y si les regalamos un reloj?
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