martes, noviembre 07, 2006

Scoop (2006)

Scoop (2006), 5 de noviembre de 2006

Esta película tenía en su haber una ventaja y un inconveniente a priori. La ventaja es que es la última película de Woody Allen. El inconveniente es que es la última película de Woody Allen,... después de la estupenda Match Point. Que puso el listón muy alto, después de una serie de filmes menores del director de Brooklyn.

Cosas en común con la anterior son la localización de la acción en la ciudad de Londres, excelentemente retratada por el director neoyorkino, y el protagonismo (en esta ocasión casi absoluto) de Scarlett Johanson. Sin embargo, son dos películas de concepción muy distinta, y como tales hay que tomarlas. En esta ocasión dejamos a un lado el drama trágico y nos introducimos en la comedia pura y dura. Y es que una de las características más notables de este largometraje es que me ha hecho reír en varias ocasiones (algo cada vez más difícil en el cine actual) y me ha mantenido en general con una sonrisa constante ante las aventuras y desventuras de la peculiar estudiante de periodismo, con más dotes para el higienismo dental que para el reportaje, que compone la Johansson, del demencial mago prestidigitador que dibuja el propio Allen, y ese pijo de clase alta que tan estupendo resulta Hugh Jackman (qué diferente de su desastrada imagen en la patrulla X).

La película no es una obra maestra, que es lo que parece que siempre se espera del director, y si no defrauda. Pero te lo pasas bien. Saca los temas de siempre, como fondo constante de su filmografía; la muerte, las relaciones, el judaismo/Dios,... Pero sin que estés obligado a tragarlo como medicina, sino como su toque especial. Es obligada referencia para esta película, otra del director de principios de los 90, Misterioso asesinato en Manhattan. Aquella película era indudablemente superior, con planteamientos más ambiciosos. Pero no resulta difícil ver paralelismos entre el personaje de Johansson y el de Diane Keaton.

La interpretación está bien. Allen, como de costumbre, pero con buena vis comica. Johansson se maneja bien en la comedia, y compone un papel con reminiscencias clásicas, y con homenajes a una serie de rubias, aparentemente pavas, pero que no lo son tanto, indefectiblemente miopes, y absolutamente adorables, que por el mundo del celuloide han pasado. Jackman, en un papel ambiguo, se desenvuelve con sobriedad y elegancia, al mismo tiempo que seductor; caracteres que casan perfectamente con el personaje. Las ocasionales y fantasmales apariciones de Ian McShane como periodista difunto nos proporcionan momentos muy agradables. En conjunto, no pasarán a la historia como un referente en la interpretación, pero cumplen perfectamente con su labor.

En resumen, una película agradable, fácil de ver y que nos reconcilia un poco con la vida. Por su puesto, para aquellos fans de Scarlett por motivos que más que con sus dones interpretativas tienen más que ver con los dones que natura le concedió, no se sentirán defraudados. Quien espera profundidades narrativa de la mano de Woody, sí, un poco. Pero, chico, no todo ha de ser serio en esta vida. Yo, como me reí, le pongo un ocho, con un siete tanto para dirección como interpretación.

Leicester Square Station, West End, Londres

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