No hay ciudad turística que se precie que no vea "invadidos" sus lugares más emblemáticos, donde más afluencia de visitantes hay, por una pléyade de músicos de calle de lo más diverso.
Y Florencia no es una excepción. Guitarristas tocando el Concierto de Aranjuez, flautistas, organistas, nostálgicos de los Beatles, o como los que podemos ver en la imagen, pequeños grupos de jazz callejero. En este caso en el transitado Ponte Vecchio.
Pero no sólo los improvisados músicos amenizan o "amenaza" las vacaciones del turista. También la ciudad pone de su parte para dar ambiente a la ciudad, para obsequiar a los visitantes con atracciones que complementan las que realmente atraen a este pacífico ejército de alegres desocupados a vagar por sus ciudades.
Como la Filarmonica Rossini, banda florentina, que a los pies de la reproducción del David, y con el privilegiado fondo del Palazzo Vecchio y la Galleria degli Uffici, ofrece una recital de lo que ellos llaman música moderna. Básicamente piezas clásicas de música de banda norteamericanas del siglo XX. Para desesperación de un buen tipo de Liverpool que por allí pasaba que lamentaba no poder escuchar las tonadas propias del país. Todo sea por agradar al amigo americano... y a sus dólares...
viernes, septiembre 23, 2005
Animación callejera; jazz, bandas, guitarristas,... lo que sea
Publicado por Carlos Carreter a las 17:44
Etiquetas: Italia, Toscana 2005, viajes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario