Dijo Bernard Plossu:
"Una imagen puede estar borrosa, no pasa nada; también el alma puede estar borrosa a veces"
Cuando comencé a interesarme por la fotografía, e hice mis cursos de iniciación y mis primeros pinitos con el blanco y negro, me empapé de libros y exposiciones fotográficas. No muchas de estas últimas. Desgraciadamente, en Zaragoza no se prodigan con la frecuencia que me gustaría. Y uno de los fotógrafos que se convirtió en mi favorito es el francés Bernard Plossu. Alejado de esa manía de la nitidez, busca en las formas, en la luz o en los elementos especialmente evocadores el interés del espectador. Los detalles, a veces velados por una bruma o por un intencionado desenfoque, nos dicen más que la perfección de una imagen perfectamente nítida y encuadrada según las convenciones.
La fotografía que hoy os presento y que tomé en Lisboa en 1998, está inspirada en una, que si no recuerdo mal tomó este magnífico fotógrafo. No. No pretendo compararme con él. Sólo rendirle un modesto homenaje.
La fotografía que hoy os presento y que tomé en Lisboa en 1998, está inspirada en una, que si no recuerdo mal tomó este magnífico fotógrafo. No. No pretendo compararme con él. Sólo rendirle un modesto homenaje.
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