Munich (2005): Directed by Steven Spielberg.
Spielberg vuelve a traernos la cuestión judía, esta vez desde un punto de vista muy distinto al que nos ofreció en La lista de Schindler. Si en esta nos ofrecía su visión del holocausto, en la que hoy nos ocupa nos traslada a los últimos treinta años de vida del Estado de Israel, y en particular a su peculiar forma de "defenderse" de los refugiados palestinos, los cuales tienen la curiosa "pretensión" de recuperar las que fueron sus tierras.
La reflexión que propone el autor es clara. ¿Es lícito utilizar la violencia fuera del sistema legal para combatir la violencia? ¿Es el terrorismo un arma contra el terrorismo? Claramente, tras reflexionar sobre el tema a través del personaje interpretado con bastante solidez por Eric Bana, el director opina que no. Pero como digo, tras reflexionar. Tras exponer las consecuencias globales de la guerra sucia contra el terrorismos, pero también las consecuencias personales que la renuncia a la ética tiene para quien participa. La degradación, el miedo, la pérdida de los valores... todo ello queda reflejado en la película.
No vamos a decir que sea una de las películas magistrales del director. Pero dentro de su habitual solidez realizadora, sí que podemos decir que es de las más honestas. En la que la manipulación emocional típica de él es realmente consecuencia de una reflexión racional y razonable y no mero efecto de unas tripas revueltas.
Quizá las pegas que podemos encontrar es el excesivo metraje del filme, y algún elemento relativamente superfluo en el guion. También puede ser cuestionable alguna de la violencia explícita que se nos muestra, aunque en peores plazas hemos toreado. Acompañada de una más que razonable y sólida interpretación, es esta un película de tema ético y político que es recomendable ver. Le pondré un siete (con un ocho a la dirección, y un siete a la interpretación).
martes, febrero 14, 2006
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