martes, febrero 28, 2006

Orgullo y prejuicio (Pride & Prejudice) (2005)

Cambio de la guardia a caballo, Londres (Reino Unido)

Pride & Prejudice (2005)

Un poco conocido Joe Wright nos ofrece una adaptación más a la pantalla (grande o pequeña) del clásico de Jane Austen. Confieso que no soy yo un gran aficionado a las historias de la autora, propias de un tiempo que particularmente me interesa más bien poco. Frente a la compleja historia de la Europa continental del momento (finales del siglo XIX y principios del siglo XX), la autora nos presenta una aristocra fría y amanerada que, si bien en aquellos momentos constituía una fuerza dominante en el mundo, no deja de parecerme aburrida.

Dicho esto, es caldo de cultivo para generar películas de época, en las que lucir un diseño de producción, un vestuario y una ambientación, así como para foguear a actores y actrices en el mundo de los clásicos. La realización de Wright, en cualquier caso, no puede considerarse clásica. Movimientos de cámara continuos que acompañan a los personajes en sus recorridos por las múltiples habitaciones y jardines de las más o menos suntuosas mansiones que constituyen el escenario de la acción. Inmersión en los bailes, primeros planos enmarcados por la silueta borrosa del interlocutor, de los árboles o de las ventanas. En cualquier caso, interesante, y compensa la cierta desgan que en algún momento muestra al conducir el guion, por lo demás convencional.

La interpretación, como muchas veces sucede en los tiempos actuales, excesivamente justita en los actores y actrices más jóvenes. La protagonista absoluta de la historia, Keira Knightley, aunque globalmente creíble en su papel, muestra limitaciones a la hora de transmitir los intensos y contradictorios sentimientos que constantemente sacuden al personaje. El oponente masculino, interpretado por Matthew Macfadyen, aparece desde mi punto de vista excesivametne acartonado y poco expresivo. Otra cosa son los secundarios de cierta edad, con un entrañable y simpático Donald Sutherland, una aristocrática y odiosa Judy Dench, y una chirriante y enervante Brenda Blethyn, todos ellos a su acostumbrado buen nivel. Me llamó la atención la actriz Rosamund Pike, haciendo de hermana guapa, tímida y modosa, cuando la identifique con una de las chicas-bond malas de los últimos años. Mucho mejor en esta tesitura.

Como resumen. Quien quiera ver una película de las "bonitas", entretenida y razonablemente bien hecha, esta es una ocasión tan buena como cualquier otra. Quien no soporte la tontería de la época, los valores y las costumbres trasnochadas, que se vaya a ver otra cosa. Yo le pondré en general un siete (con idéntica nota para la dirección, y un más modesto seis para la interpretación).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No me parece bien tu crítica, por no decir exagerada, de la pelicula. En mi opinión todas las interpretaciones han sido muy buenas (incluyendo a los personajes protagonistas). Es una pelicula muy buena, con unos paisajes, vestuario e interiores rodeados de mucho detalle y ambientación de la época. Yo le pongo un 9, porque se lo merece.

Anónimo dijo...

Querido amigo o amiga, para gustos los colores, pero comparada con otras adaptaciones de novelas de Austen, como por ejemplo Sentido y Sensibilidad de Ang Lee, se queda bastante corta, especialmente en la interpretación, muy superior en aquella. No digamos en el propio guion, con óscar para Emma Thompson. Comparando ambas películas se notan más claramente las carencias de la que nos ocupa en mi comentario.