Ha habido relativa suerte. También dispongo de conexión a Internet desde el Grand Hotel Puccini de Milán. Es curioso ver como un tres estrellas mallorquín puede ser mucho más mono y puestito que un cuatro estrellas italiano. Pero es lo que tiene la cosa.
Mis primeras impresiones de Milán han sido húmedas. Llueve. Espero que la cosa vaya amainando. Pero algo importante; hay tranvías. No de los modernos, no de los que llaman metros ligeros. Si no de los de toda la vida. Y todavía no conozco una ciudad con tranvías de los de toda la vida que no me guste. Pues nada, a por ella.
jueves, septiembre 14, 2006
Sin novedad desde Milán; pero llueve
Publicado por Carlos Carreter a las 23:16
Etiquetas: Italia, Milán 2006, viajes
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1 comentario:
Se ve buenísimo. Entra tanta tecnología, se aprecian mejor antigüedades tan valiosas como esas.
Saludos.
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