lunes, febrero 26, 2007

La vida de los otros (2006)

Leben der Anderen, Das (2006), 26 de febrero de 2007.

Son diversas las obras literarias o cinematográficas que nos trasladan a sociedades distópicas. Ejemplos tenemos en Un mundo feliz, el cómic V de Vendetta, la reciente película Hijos de los hombres, aquella tremenda La Naranja Mecánica, Farenheit 451, y cómo no, 1984. La distopia, como utopía negativa, nos lleva a sociedades totalitarias, a personas reprimidas, a conductas anómala, en ocasiones bajo el disfraz de un orden, una felicidad o un paraíso aparente.

Pero nada nos estremece más que aquellas obras que nos traslada a sociedades reales, que han alcanzado terriblemente, un estado de sociedad distópica, que nos llevan a dictaduras reales, con sufrimientos reales, con falso paraísos convertidos en infiernos reales.

Tengo la sensación de que no es por casualidad que este filme alemán dirigido por Florian Henckel von Donnersmarck, nos devuelve al año 1984 precisamente. Aunque en este caso no se trate de un futuro hipotético y terrible, sino de un pasado real y tambien temible. El lugar, la dictadura prosoviética de la antigua República Democrática Alemana en sus últimos años, pero con todo su aparato de represión y de allanamiento de los derechos civiles en pleno funcionamiento. En este entorno, una pareja formada por un autor de éxito y relativamente integrado en el régimen y una actriz en las mismas circunstancias se ve sometida a vigilancia por la Stasi. Y no por razones políticas o criminales, sino por el capricho de un alto cargo del gobierno y del partido.

Esto nos lleva a ser nosotros también espías de la pareja espiada, de su círculo de amigos y, sobretodo, del oficial responsable de la vigilancia. Conoceremos su evolución personal, aprenderemos de ellos,... y hasta aquí puedo contar. La película es un drama, con sus tonos trágicos,... y sus tonos de esperanza. La ambientación, la iluminación, la puesta en escena en el Berlín oriental del otro lado del muro, nos lleva sin dificultad a las distopias de ficción que antes hemos comentado.

La interpretación es magnífica; de lo mejor. Conocía ya a Martina Gedeck, a quien pude admirar en la "deliciosa" Deliciosa Martha, y en la curiosa Las partícula elementales. También a Sebastian Koch, oficial de las SS en la reciente El libro negro, recientemente comentada en este Cuaderno de Ruta. Ambos están excelentes. Pero sobre todo me ha impresionado la actuación de Ulrich Mühe, componiendo un capitán de la Stasi que es todo manual del buen hacer interpretativo, con algunos momentos y escenas antológicas.

En resumen, una película excelente. De lo mejor que he visto en los últimos años, y con ventaja. Le coloco un nueve, con un diez en la interpretación y otro nueve en la dirección. Por favor, más como esta.

Check Point Charlie, uno de los puestos fronterizos entre el Berlín oriental y el occidental, conservado como reclamo turístico

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