Durante años tuve la costumbre de que cuando salía de viaje en vacaciones, me llevaba siempre como lectura un libro que tuviese una relación directa o indirecta con el lugar a visitar. En los últimos años, esta costumbre había empezado a tener irregularidades, pero en mi reciente visita a Berlín, decidí retomar el hábito. La lectura elegida fue un libro que encontré hace unos meses en la FNAC y que todavía no había encontrado ocasión para empezar y leer de forma continuada. Se trata de Berlín, 1945 de Pierre Frei; en el original en alemán, el título es Onkel Toms Hutte, Berlin, literalmente, La cabaña del tío Tom, Berlín.
El libro trata de la resolución de una serie de crímenes cometidos sobre mujeres guapas y rubias, inmediatamente tras el final de la II Guerra Mundial, en el Berlín destrozado por los bombardeos y la invasión soviética. La acción sucede dentro del sector de ocupación norteamericano en la capital alemana, en los alrededores de la parada de metro (U-bahn) Onkel Toms Hutte. Me parece curioso que los nazis mantuvieran el nombre de una parada de metro dedicada a una novela contra el racismo.
La investigación de los crímenes no está mal, tiene su interés, aunque para su resolución el autor recurre de alguna forma a un Deus ex machina. Hablando en cristiano, se saca el criminal un poco de la manga. También tienen interés algunas historias paralelas de los personajes que rodean el entorno. Pero lo realmente original, lo que da un real interés a la novela, lo que me mantuvo enganchado es que la acción se ve interrumpida por largos flash-backs en los que se nos cuenta la vida de las mujeres asesinadas durante la época de la dictadura nazi y la guerra.
La vida de estas mujeres, diversas, nos ofrece un retrato panorámico de una sociedad con profundas contradicciones, con profundos problemas y que presentó grandes retos a sus habitantes, hasta la catástrofe final. Las mujeres son diversas. Tenemos una noble prusiana y una prostituta de los estratos más pobres de la sociedad. Una enfermera y una vendedora de libros o una actriz de éxito. En resumen, un recorrido por todos los estratos sociales. Y por supuesto, con una visión de simpatía y de solidaridad con esas mujeres que tanto sufrieron ante las aberrantes acciones de los hombres que las rodearon.
En resumen, una novela interesante de leer aunque tenga sus debilidades. A mí me enganchó, y a pesar de su extensión. No me duró más allá de los cinco días de viaje.
En la imagen de hoy, la Puerta de Brandemburgo, testigo de muchas de atrocidades similares a las narradas en el libro que recomiendo hoy.
martes, octubre 30, 2007
Berlin, 1945
Publicado por Carlos Carreter a las 22:00
Etiquetas: arte música y literatura
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario