sábado, julio 23, 2005

Una mujer difícil,... pero que muy difícil...

Acabo de leer una novela de John Irving, Una Mujer díficil. Es la segunda que leo de este autor norteamericano, después de Príncipes de Maine. En ambos casos, la motivación fue la visualización previa de películas basadas en ambas novelas.

Las novelas de Irving son largas. Se toma su tiempo para desarrollar los personajes, que suelen ser ricos y con muchos matices. También se recrea en explicar cómo llegan a las situaciones que suceden en estos relatos. Una mujer difícil no es una excepción. La narración durante cuarenta años de los acontecimientos de una serie de personajes a raíz de la profunda depresión de una mujer que ha perdido a sus hijos en un accidente de tráfico y que marca la vida de su familia y de un joven de 16 años con quien mantiene una relación de verano, se desarrolla con parsimonia, profundizando en los hechos que son importantes en la vida de los personajes. La acción oscila entre el drama y el humor, cuando no roza la tragedia, que por otra parte es la amenaza constante en la vida de los personajes.

Así como en Príncipes de Maine (llevada al cine como The Cider House Rules), el conjunto de la novela me interesó y me hizo reflexionar sobre diversas cuestiones, en Una mujer difícil, un comienzo en mi opinión brillante (y que es la parte de la novela que ha sido adaptada al cine The door in the floor), da paso al resto de la historia más irregular. Ha habido momentos en que hubiese querido saltarme algún episodio, que a mí no me aportaba ya elementos importantes sobre los personajes o sobre el devenir de la acción. No obstante, considero que esta novela es recomendable, como me está pareciendo en general el autor.


La fotografía de hoy procede de mi último viaje por Irlanda. Un grupo de músicos toca canciones tradicionales en The Temple Bar de Dublín.

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