Stardust (Stardust, 2007), 29 de octubre de 2007.
Recientemente, recibo el ofrecimiento de acompañar a una amiga y a su hija adolescente al cine a ver una de fantasía y aventuras. Es un genero que en su momento me gustó, pero que con la proliferación de películas similares en los últimos tiempos, todas cortadas por el mismo rasero, me ha llevado a sentir una cierta monotonía por estos filmes. Pero como me recordó mi amiga... "mira que sale la Pfeiffer..."
Con pocas expectativas cinematográficas, pero con la intención de pasar un rato entretenido, nos vamos pues al cine. Sesión palomitera, y esas cosas. La película, dirigida por Matthew Vaughn, sorprende en alguno de los plateamientos y no sorprende en absoluto en otros. Sorprende en el hecho de que es más heredera de aquella maravilla que fue La Princesa Prometida que de otros productos más recientes. Encontramos aventuras, parejas de enamorados, y personajes secundarios divertidos, como fantasmas, piratas aéreos, brujas guapas y feas... Lo de costumbre. El humor tiene una parte mucho más importante en las aventuras que el drama. Aunque como toda aventura que se precie también tiene sus momentos de tensión dramática. La película no sorprende en que, como muchas de las últimas de este género, es heredera visualmente de la trilogía de El Señor de los Anillos. Que está muy bien, pero que es más de lo mismo.
El desarrollo de la historia, siendo razonable es irregular. Avanza de una forma un poco a empujones, y podrían mejorar las transiciones entre los distintos episodios que la conforman. También da la impresión de que las escalas espacio-temporales no están muy bien cuidadas... Sí, sí, ya sé que es una película fantástica,... pero los protagonistas no tienen superpoderes a la hora de realizar caminando distancias largas.
En lo que sí disfrutamos realmente es en el trabajo actoral. Entre los secundarios encontramos una serie de ilustres que evidenemente se lo pasan muy bien en este largometraje, y nos lo hacen pasar igualmente bien. Rober de Niro en su papel de peculiar capitán pirata, la ya mencionada Michelle Pfeiffer como la bruja más bruja de todas las brujas, un Peter O'Toole como agonizante rey, Rupert Everett como el príncipe Secundus, en un papel excesivamente breve para lo que nos gustaría disfrutarlo, tanto en el más acá como en el más allá. En fin. Diversos.
Los protagonistas cumplen. El chico, Charlie Cox, es razonablemente convincente dadas las características de su personaje. La chica, una estrella caída del cielo, está interpretada por Claire Danes, que sale realmente guapísima, y que todavía es más competente en su papel. Cada día está mejor.
En resumen, una película agradable con algún fallo, pero que nos entretiene. Le pondremos un siete por ello, con la misma nota en la interpretación y un seis en la dirección. Eso sí, cuando salimos del cine, de la película que acabamos hablando fue de La Princesa Prometida. Quizá menos espectacular en efectos, pero siempre entrañable en nuestro recuerdo.
La imagen de hoy, y en la fecha en la que estamos,... pues una bonita colección de difuntos. Eso sí, acompañando el ambiente de la película, en Ilfracombe, Inglaterra.
jueves, noviembre 01, 2007
Stardust (2007)
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