viernes, octubre 26, 2007

Un funeral de muerte (2007)

Un funeral de muerte (Death at a Funeral, 2007), 22 de octubre de 2007.

Ya hace unos días que vi esta película, pero hasta hoy no he encontrado la ocasión de comentarla. Sabiendo a priori que se trata de una comedia y que había recibido alguna crítica interesante, nos acercamos a ella sin muchas expectativas pero con la intención de intentar pasar un rato entretenido. Es difícil hoy en día esperar gran cosa de una comedia, así que...

El filme está dirigido por Frank Oz. Este director es más conocido como marionetista, habiendo trabajado con Jim Henson en los Muppets (Teleñecos en el solar hispánico), siendo el alma de personajes tan entrañables como el cándido osito Fozzie o la enervante cerdita Piggy, así como en Barrio Sésamo, estando detrás de personajes tan magníficos como el Monstruo de las Galletas. Para los más freaks, era la voz y el alma del Maestro Yoda en la saga de Star Wars. Como director ha hecho algunas películas más, con fortuna diversa.

Pero aquí no nos encontramos ante una película de muñecos, fantasía o galaxias en guerra. Aquí nos encontramos ante algo tan cotidiano como un funeral en el seno de una familia británica de clase media-alta. Con sus convencionalismos, y con todas esas características que tanto han dibujado diversas comedias en las dos últimas décadas, en muchas ocasiones con razonable fortuna. Lo que parece que va a ser un convencional acto social al uso, se convierte en un caos absoluto por la interacción de dos elementos. Por un lado, la afición de uno de los primos de la familia, un estudiante de farmacia, a ser aprendiz de brujo... especialmente en la elaboración de "pirulas" alucinógenas. Por otro lado, un curioso personaje se presenta en el funeral para realizar cierto "negocio". A partir de ahí se empiezan a dar una serie de situaciones donde una sucesión coral de personajes, a cual más aburrido a priori, dan lugar a una debacle general aunque controlada, en el que se van sucediendo los momentos de gran hilaridad. Porque he aquí lo fundamental de la cuestión. Hacía mucho, mucho, mucho, mucho, mucho tiempo que no me reía tanto y tan a gusto con una película. Aun siendo previsibles muchas de las situaciones, no dejan de hacer gracia. Por otro lado, las cuestiones en las que se basa la película no es muy diferente de las de los hermanos Farrelly (sexo, situaciones escatológicas, deformidad física, inadaptados,...), pero curiosamente las películas de dichos hermano nunca me han hecho gracia. Es la diferencia entre lo meramente chabacano y lo divertido, que encontramos en esta película. Sin estridencias. Todo muy británico.

Como la película es coral, no detallaré aquí a los actores, practicamente desconocidos por estos lares. Todos ellos se comportan con británica solidez interpretativa, poniendo mesura en las situaciones de alta comicidad. Indudablemente, en conjunto están bastante bien.

En resumen, una película muy divertida, si bien intrascendente, que causará risas y un estado de buen humor, hecha con razonable inteligencia. Algo poco común en las comedias actuales. Le pondré un siete colectivo (interpretación, dirección y valoración subjetiva).

En la fotografía de hoy, un rincón de la Inglaterra rural, en Glastonbury, similar al entorno donde sucede nuestro accidentado funeral.

Canon EOS D60
EF 28-135 f/3,5-5,6 IS USM
ISO 100

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