Es difícil tomar una imagen fotográfica original de la Torre de Pisa. Esencialmente, lo que sucede es que hay un montón de gente en una esplanada inmensa con una catedral, un batisterio y un campanario. Y todo el mundo se siente atraido por el campanario (en italiano, campanile). Que es muy mono en sí mismo. Pero nadie se fija en eso. Todo el mundo se fija en que está inclinado.
Tal es la fama, que el monumento ha sido de mil formas posibles y a duras penas es posible obtener algo que no se haya visto ya. Seguro que habéis visto ya alguna foto como la siguiente... a lo mejor con menos palomas.
Pero claro, todo el mundo busca hacerse una foto original con el campanario. Todo el mundo juega a ser el "forzudo" que sujeta el campanario para que "no se caiga". Y entonces... pues que lo más llamativo no es el camapanario, sino la muchedumbre que baila una curioso baile adoptando variantes del mismo "paso". Uno se queda anonadado. Tanta originalidad me abruma.
lunes, octubre 10, 2005
La foto original menos original del mundo
Publicado por Carlos Carreter a las 22:21
Etiquetas: Italia, Toscana 2005, viajes
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