Si algún lugar hay en Siena capaz de convocar a todo el mundo, turistas pero también lugareños, es la Piazza del Campo. Espectacular esplanada en pendiente, rodeada de magníficos edificios de cálidas tonalidades, presidida por el Palazzo Pubblico, es un auténtico salón de la ciudad. Sin vehículos, acogedora, pensada para las personas.
No nos engañemos. En la actualidad, y en según que épocas del año, lo que más ahí son turistas que abarrotan tranquilos e ilusionados, las terrazas de las cafeterías y los restaurantes que bordean la Piazza.
Pero no son raros los propios sieneses, especialmente gente joven que acuden con el buen tiempo a tomar el sol, mientras conversan de sus cosas.
Todo ello sin olvidar, por supuesto, el inevitable aspecto comercial del asunto. Porque allí donde se reune un público, unos potenciales clientes, allí se vende lo que haga falta. E incluso, o sobretodo, lo que no hace falta.
domingo, octubre 02, 2005
Il Campo de Siena,... allí estábamos todos
Publicado por Carlos Carreter a las 16:37
Etiquetas: Italia, Toscana 2005, viajes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario