jueves, enero 12, 2006

¿Nuevos ídolos, nuevas sectas? Macworld Conference & Expo

Castillo de Loarre, Huesca

Desde que a finales de agosto me agencié un portatil de Apple (un iBook de 12"), he ido siguiendo algunas páginas y algunos blogs sobre estos ordenadores y sobre el sistema operativo que los acompaña, Mac OS X, con el fin de familiarizarme con algunos aspectos para un usuario de PCs compatibles de toda la vida. Se me pasará; llegará un momento en que mi curiosidad se harte, pero de momento a eso dedico un ratico de vez en cuando.

El tema es que el 75% de las cosas que leo (por decir una proporción que signifique algo elevado) no son de real utilidad. Parece que los así llamados mac-eros (pronúnciese makeros y no mazeros, por favor) se dedican la mayor parte de su tiempo en la telaraña mundial a hacerse pajicas mentales sobre las bondades de su sistema operativo y ordenadores favoritos, sobre por qué son mejores que cualquier otro sistema informático, y en especial, a seguir las enseñanzas y las palabras del tipo que manda en Apple, un tal Steve Jobs. Es este individuo una especie de nuevo gurú, profeta o semidiós, cuyas palabras llevan al cielo informático a sus seguidores y al infierno tecnológico a sus detractores. En estos días, con el fin de publicitar nuevos productos, se han montado unas jornadas en San Francisco (EE.UU.), y durante semanas la proporción de contenidos en las mencionadas páginas que no tienen un real interés salvo para quien guste de las mencionadas pajicas mentales ha aumentado todavía mucho más.

Mi reflexión es... ¿Es que la gente no tiene criterio propio? ¿Es que necesitamos siempre profetas, mesías, dioses que en éste o en otro aspecto de nuestra vida que nos digan por dónde tenemos que dirigir nuestros pasos? Al fin y al cabo, lo único que hace este señor es fabricar y vender chismes electrónicos que, a veces, son útiles, y otras, entretenidos. En el mejor de los casos. Pero que desde luego no son la base de nuestra felicidad. En el campo "contrario" es sabido que los muchísimo más numerosos usuarios del sistema operativo de Microsoft también tienen sus más y sus menos con el "dios" de turno, el inefable Bill Gates. Aquí lo curioso es que para muchos de ellos, aquellos que pierden su tiempo en pensar en ello, este es el diablo. Aunque curiosamente la proporción de sistemas informáticos personales que dependen de él son una estruendosa mayoría.

¿Hay quien entienda todo esto? Y menos mal que esto sólo pasa con la informática... ¿Se imaginan que tuviésemos que estar al tanto de las idas y venidas, los dimes y diretes de los capitostes de las fábricas de lavadoras y lavavajillas?

Nunca he entendido porqué hay quien dice que Homo sapiens se define como un animal racional ¿racio-qué?

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