Esto es lo que nos propone Ramón en su viñeta en ElPais.com. Y con método muy sencillo, y agradable en los meses de verano, cuando el único momento razonable para salir de casa es al anochecer, evitando las horas de calor. Tumbarse en el cesped y mirar al cielo. Se nos olvida con frecuencia, o simplemente muchos son ignorantes de este hecho, que el Universo que vemos no es real. Que la luz viaja muy despacio, a una velocidad constante de algo menos de 300.000 km cada segundo. ¿Despacio? Sí... cuando se trata de las distancia cósmicas. La luz que nos llega de la vecina Galaxia de Andrómeda, que a escala universal es el vecino de la puerta de al lado en nuestro rellano, comenzó su recorrido hacia nosotros cuando en este planeta apenas se levantaban nuestros antepasados Homo Erectus hace 2 millones de años.
En cualquier caso, y a pesar de su aspecto estático, la programación que nos ofrece el Universo me parece mucho más interesante que las que nos ofrecen las principales cadenas que vociferan por los altavoces de nuestras cajas tontas. Y mucho más relajante.
sábado, julio 28, 2007
Una mirada al pasado
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