lunes, julio 09, 2007

De isla a isla y tiro porque me toca

Hoy nos hemos ido hacia el mar. En los alrededores de Turku, se encuentra un denso archipiélago con cientos de islas e islotes, que forman el llamado Archipiélago de Turku. Mira tú que originales con esto de los nombres.

Es posible recorrer las islas, las más importantes y relativamente próximas al continente, en coche gracias al sistema de puentes y transbordadores que las unen. No se hace rápido pero es entretenido si vas de vacaciones.


En las islas, por supuesto, se pueden admirar los paisajes. Están cubiertas por el mismo denso bosque que la parte continental del país. Pero en muchos rincones aparecen pequeñas bahías o puertos naturales de los numerosos canales de mar que separan las islas. También hay que contar con el paisaje que se admira desde los transbordadores.




Finalmente, desde el punto de vista de la geografía urbana, muchas islas están habitadas por pequeñas comunidades, muchas de las cuales viven del turismo. Algunas de estas tienen coquetas iglesias. Sencillas pero agradables, rodeadas por los cementerios del lugar, y todas ellas con unos curiosos barcos veleros colgados de sus techos. Hemos visitado las de Parainen, Nuavo y Houtskari. Esta última, muy bonita, de madera pintada en un profundo marrón oxido.




Aún queda tiempo para un último paseo por Turku. Admiramos algunas obras de arte callejero. Algunas que están bien y otras que no tanto. Y finalmente, si el año pasado en Gales veíamos la palabra más larga que conocíamos, en esta ocasión la que tiene más puntos. Y si hay alguien que no sea finlandés que la sepa pronunciar, que levante la mano.


Esta es la última noche en Turku. Mañana salimos hacia Tallín, Estonia. Nuevamente el mismo aviso que antes de cada desplazamiento. Desconozco si dispondré de conexión. En Finlandia parece un estándar en todos los hoteles, pero desconozco qué sucede al otro lado del Golfo de Finlandia. Hasta pronto.

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