martes, marzo 28, 2006

Volver (2006)

Volver (2006)

Fiel a su cita bienal, Pedro Almodóvar vuelve a la gran pantalla a seguir contándonos su particular visión del mundo. Una vez más, el tema preferido es el de la madre. Esa madre por la que siente debilidad, aunque nunca sepamos cómo es en realidad si es que es una sola.

Una vez más, después del interludio de La buena educación, vuelve a las mujeres como punto de referencia y como fuente de inspiración. Tres generaciones de mujeres que van desde la ancianidad hasta la adolescencia nos ofrecen sus puntos de vista. Esta vez alejándose del glamour o de lo marginal. Mujeres del pueblo, de pueblo. Mujeres del pueblo, en los suburbios de la ciudad. No hay elegancias de postín, no hay mundanidad. Hay problemas, lucha por la subsistencia. A algunas de las situaciones que representa hay quien les llama la "España profunda" aunque yo sólo veo una faceta más de la sociedad española. Mucho más frecuente de lo que pensamos, aunque no la queramos ver.

Los hombres aquí tienen poco lugar. Y además no quedan bien parados; ni por sus orígenes, ni por su destino. Aunque son importantes, si no como protagonistas sí como condicionantes de la vida de las mujeres. Para bien o, desgraciadamente con frecuencia, para mal.

La película no se limita a una narración de orden social. Hay intriga, hay pasiones, hay secretos; incluso navega por el filo de lo fantástico. Tampoco hay excesivos maniqueísmos. Nadie es excesivamente bueno o excesivamente malo; simplemente, seres humanos con debilidades. Aunque también con grandes fortalezas.

La factura de la película, de lo mejor del cine español/internacional como no podía ser de otro modo tratándose de Almodóvar, e independientemente de que al personal le guste más o menos. Oficio hay para dar y vender. Se acompaña de la buena música de la música de Alberto Iglesias, entre la que se intercala como punto de inflexión esa estupenda versión aflamencada del tango de Gardel, del que toma nombra la película, Volver, con la voz de Estrella Morente. No es la primera vez en la que una canción supone un hito culminante en una película del manchego. No hay más que recordar la importancia de los momentos musicales en Hable con ella.

La interpretación es sólida y decisiva. Todas están bien. Si bien está la protagonista Penélope Cruz (¿qué se le habrá perdido a esta interpretando bodrios por yanquilandia?), mejor están todavía la siempre sólida Carmen Maura (cuando le dan un papel digno, claro), la más que sólida Lola Dueñas, la desperdiciada en la televisión Blanca Portillo, y aun con su inmadurez, la adolescente Yohana Cobo. Incluso el breve papel de Chus Lampreave es digno de mención.

En fin. Que yo sigo concierta debilidad por el cine de Almodóvar. Que me lo paso bien con él, y me gusta lo que dice y cómo lo dice. Así que le arreo un ocho (con un igual nota en dirección e interpretación.

Toledo, junio de 1990

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