lunes, diciembre 18, 2006

Déjà vu (2006)

Deja vu (2006), 17 de diciembre de 2006

Si uno se va a ver una película de Tony Scott tiene que asumir las consecuencias. Es relativamente probable que sea mala o, cuando menos, floja. Habrá abundancia de fuegos de artificio y violencia. Tendrá una realización cuasimareante (o sin cuasi). Con esto claro, y sin llamarse a engaño vamos a ello.

La película es de viaje en el tiempo. Esta es una temática difícil. Jugar con las paradojas del viaje en el tiempo es difícil y, a estas alturas, para quien guste de la ciencia ficción, con muchos caminos ya explorados. La primera parte de la película, en la que encontramos la investigación de dos crímenes que resultan estar relacionados, tiene su interés. Uno intuye por donde van a ir los tiros, pero hay ritmo. La parte de ciencia ficción está tratada con simplismo. Se sueltan una serie de frases difíciles, se mencionan los pliegues en el espacio-tiempo y los agujeros de gusano, y ya está todo. No se han calentado mucho la cabeza. Al fin y al cabo, se supone que estamos aquí para ver chocar coches y explotar todo aquello que en la cabeza de una yanqui se entienda que pueda explotar. No sé con qué hacen las cosas en el imperio, pero todo explota que es la leche. Una vez que nos metemos en la dinámica del pimpampum, la película baja de nivel y se queda en algo que todos hemos visto un montón de veces. Entretenida, pero sin más.

El chico es Denzel Washington, haciendo su típico papel de negro, guapo, listo y esas cosas. Un poco a su aire. Cumple, sin más. La chica se llama Paula Patton, y hace el clásico papel anglosajon de las damsels in distress. Es decir, cae en poder de un malo malísimo, y el bueno guapo las pasa putas para salvarla... si es que lo consigue. Eso sí. Está como un queso. Por allí aparece Val Kilmer en un papel que es más secundarios que otros secundarios a los que nadie conoce. Además el chico empieza a estar muy deteriorado.

En fin, un entretenimiento, mejor de lo que esperaba, pero que no pasará por lo demás a la historia del cine. Nada. Le ponemos un seis, con la misma nota para dirección e interpetación, y todos contentos.

Así me gusta, que la policía nos proteja eficazmente contra todo riesgo. Seguro que con esas cintas nadie corre el riesgo de caer al Canal Imperial de Aragón a su paso por Zaragoza.

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