martes, diciembre 12, 2006

El ilusionista (2006)

The Illusionist (2006), 12 de diciembre de 2006

El motor de esta película de Neil Burger es el mundo de la ilusión. Y nunca deberemos confundir la ilusión con la magia, hecho que es frecuente en el mundo del espectáculo, o mejor dicho, de los espectadores. No insistiré en la cuestión.

La acción se sitúa en una Viena, capital del Imperio Austrohungaro, en la que un ilusionista, Edward Norton , que de campesino adolescente se enamoró de una no menos adolescente duquesita. Y van y se recueentran, dándose el caso de que la duquesita, una guapísima Jessica Biel, es la novia del malvado y racional príncipe heredero (erróneamente traducido literalmente como príncipe de la corona en algún momento del film) interpretado por Rufus Sewell. Toda la historia, la vemos interpretada y matizada por los ojos de ese inspector de policía, siervo del príncipe, que compone Paul Giamatti. La acción tiene ciertos componentes de seudohistoria. El Príncipe Rodolfo es un personaje que existió y que se hizo famoso por determinados hechos relacionados con su amante, la baronesa húngara Marie Vetsera, en el Palacio de Mayerling. No diré en que consistieron, para que aquel que no sepa del tema no tenga pistas de por donde pueden ir los tiros.

La película, filmada con una iluminación casi monocroma, en tonos cálidos, fundamentalmente ocres se deja ver bien y te sumerge en un cierto grado de intriga que ayuda a pasar el rato. Sin embargo el guion no está todo lo bien resuelto que debería, con algún rato de sensación repetitiva, de que la cosa no avanza y de que falta ritmo. El personaje del príncipe es excesivamente estereotípico lo cual tampoco ayuda a mejorar la calidad del conjunto. La interpretación de Norton y de Giamatti está muy bien, siendo ambos excelentes actores. Algo que puede extenderse a Sewell, salvo porque su personaje es más lineal y luce menos. La chica, a priori el florero del filme, cumple con razonable dignidad el cometido, lo cual es mucho más de lo que cabía esperar con la carrera previa de la actriz.

En resumen, una película correcta pero que le falta algo para ser notable y que viene ayudada por el buen hacer de sus protagonistas. Le pondré un seis, con idéntica nota en la dirección y un siete en la interpretación.

Tarde de invierno entre Belchite y Fuendetodos, Zaragoza

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