El Diseño Inteligente... o de cómo meternos a Dios hasta en la sopa

Como habréis podido observar, llevaba varios días sin publicar ningún artículo en este Cuaderno de Ruta. Semana dura. Reuniones maratonianas. Cursos. Tal vez salir a cenar algún rato. Hoy sábado he decidido que me quedo en casa.

Un ratito, a pasear por la red de redes. Unos cuantos enlaces pendientes. Varios de ellos, blogs dedicados a la divulgación científica.

• http://biomimetica.blogspot.com/
• http://rvr.blogalia.com/
• http://paleofreak.blogalia.com/
• http://evolucionarios.blogalia.com/

En varios de ellos aparecían varios artículos dedicados al "Diseño inteligente". Por unos momentos, he pensado que se trataba de una nueva forma de fabricar electrodomésticos para el hogar. Pero no. Es la última moda entre los científicos políticamente correctos. O mejor dicho, de los religiosamente correctos.

Es una "teoría" que trata de conciliar las creencias en lo sobrenatural con la teoría de la evolución. En esencia, (espero expresarlo bien):

1. El universo está especialmente bien adaptado a la aparición de la vida y de la inteligencia.
2. Tal adaptación no puede deberse al azar, dada la sorprendente complejidad de la vida y la especial calidad de la inteligencia.
3. Por lo tanto, alguna inteligencia sobrenatural (muchos de ellos evitan hablar de dioses) ha diseñado este universo inteligentemente para que nazca la vida y la inteligencia.

Por supuesto, esta teoría no es demostrable. ¿Cómo narices se demuestra que el azar no puede llevar a la vida o a la inteligencia? Por supuesto, ya surgen las voces de quienes abogan por enseñar esta teoría en los medios docentes. Es perfecto. Uno no parece un troglodita por rechazar la teoría de la evolución, pero ya tenemos introducido de nuevo a "Dios" en las aulas. Y el problema, es que los políticamente correctos les hacen caso. Es "perfecto". Todos contentos...

Lo que pasa es cuando una teoría por su propia base es indemostrable, y está basada en una premisa que no está arraiga en el mundo físico sino en una CREENCIA (el hecho de que el azar no puede producir interligencia), no es ciencia. Es otra cosa. Y no debe enseñarse en las clases de ciencia. En las catequesis, que enseñen lo que quieran. Pero por favor, en clase de ciencias, que enseñen ciencia.

La imagen de hoy corresponde a Montignac, donde encontramos la gruta de Lascaux, una de las maravillas mundiales de la pintura rupestre. Otras fotos de mis viajes en De viaje con la cámara al hombro.