jueves, noviembre 29, 2007

La Zona (2007)

La Zona (2007), 28 de noviembre de 2007

Este largometraje es una coproducción hispano-mejicana. Aunque desde luego, fundamentalmente es un película de ambiente mejicano, si bien su tema puede considerarse universal. Es el primer filme de larga duración de su director, Rodrigo Plá.

En un entorno que se podría ubicar en cualquiera de las grandes conurbaciones en Centro y Sudamérica, encontramos una zona residencial burguesa, rodeada por un muro que la separa de la pobreza de estas grandes urbes, donde sus vecinos viven una vida aislada de toda preocupación. Un entorno seguro, podríamos decir, y controlado. Como consecuencia de un accidente, el muro sufre una brecha, y tres adolescentes entran a robar. El balance de la noche es de cuatro muertos; una vecina, un guardia de seguridad y dos de los adolescentes. El tercero escapa. Los vecinos deciden tomarse la justicia por su mano. El drama está servido.

Hay muchos temas presentes en la película. La pobreza, la hipocresía, la corrupción policial, la desequilibrada balanza de la justicia...; pero el que domina sobre todos ellos es el miedo. El miedo y la inseguridad del ser humano moderno ante el otro, ante el diferente. La película, tanto en sus planteamientos como en su realización, es de una madurez notable. Yo no hubiese dicho que fuese obra de un director novel, dato del que me he enterado a posteriori.

La interpretación es impecable. Además de Daniel Giménez Cacho, a quien ya hemos podido ver en alguna que otra ocasión en el cine español, y de la modesta intervención de Maribel Verdú, cada vez mejor y más auténtica, tenemos otros actores como Carlos Bardem, mucho más discreto habitualmente que su hermano pero muy eficaz, o la estupenda mala leche de una para mí desconocida Marina de Tavira, actriz mejicana. Por nombrar algunos, puesto que la película tiene algo de coral. Pero quiero destacar a los dos protagonistas adolescentes que, desde mi punto de vista, dejan al nivel del barro a los muchos actores jóvenes que pueblan las pantallas y las televisiones de este país. Se trata de Daniel Tovar y de Alan Chávez, que con ser jóvenes nos ofrecen una visión distinta del drama, y llevan el peso de alguna de las escenas claves del filme.

En resumen, una película indudablemente dura e incómoda. Pero que debe ver cualquier aficionado al cine que entienda el séptimo arte como algo más que un entretenimiento, que comprenda su misión como espejo social o como medio de acción político-social. Yo a esto le pongo un ocho, tanto a mi valoración subjetiva, como a la interpretación y a la dirección.

En la imagen de hoy, una foto de mi estancia en Madrid el pasado domingo. El típico barquillero madrileño, a la caída de la tarde, con la mole de la Torre de Madrid al fondo.

Pentax *ist DS
SMC-A 50/2
ISO 400
Exposición: f/6,3 - 1/100s

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