viernes, noviembre 23, 2007

Leones por corderos (2007)

Leones por corderos (Lions for Lambs, 2007), 21 de noviembre de 2007.

Robert Redford es un tipo que me cae bien. Me parece que es bastante honesto, y he de reconocer que a lo largo de su trayectoria cinematográfica, tiene títulos que me gustan bastante... como actor. Sin embargo, como director nunca me había producido gran emoción. Muy correcto formalmente, sus historias me habían dejado en general frío.

Aquí nos lo encontramos en su doble vertiente. Pero también nos lo encontramos probablemente en uno de los filmes menos convencionales en los últimos tiempos por su estructura. La película, más que contarnos una historia, que la cuenta, lo que hace es invitarnos a reflexionar sobre la situación o el conjunto de situaciones que llevan a dos jóvenes norteamericanos pertenecientes a minorías étnicas poco favorecidas socialmente, a decidir alistarse en el ejército e ir a Afganistán,... donde pasan cosas. Mientras nos va contando qué es lo que les pasa, que es una historia mínima pero importante, vamos conociendo a quienes de una forma u otra les han influido. Conocemos el entorno que les ha llevado hasta allí.

Y aquí viene lo interesante del planteamiento de Redford. En una entrevista entre una periodista (Meryl Streep) y un senador republicano (Tom Cruise), conoceremos como piensan los halcones ultraconservadores que alegremente mandan a la guerra a los jóvenes o cómo la prensa se inhibe o contemporiza con lo que pasa. En una entrevista entre un profesor universitario (Robert Redford) y un alumno desorientado y pasota (Andrew Garfield), conoceremos los motivos internos de los jóvenes para alistarse. Mientras, se nos va narrando el devenir de un afroamericano (Arian Finch Derek Luke) y un hispano (Michael Peña), los dos jóvenes que han ido a la guerra. Todas estas situaciones son narradas simultáneamente.

Confieso que salí del cine un poco desorientado. Me costó entender lo que estaba viendo. Aprovecho para decir que los tráileres de las películas, últimamente sirven más para desorientar que para otra cosa. El de este filme, a posteriori, me parece especialmente desafortunado. Pero tras la reflexión posterior, alargada a la hora de escribir este comentario por haber dedicado la entrada de ayer a Fernán Gómez, encuentro que es una obra valiosa. Si no tanto como producto cinematográfico, que es correcto con esa corrección que he mencionado como propia del director, sí como reflexión en voz alta sobre pensamientos y acontecimientos que nos influyen cotidianamente en el mundo.

Los actores están igualmente correctos. El planteamiento del filme hace que no haya un protagonista especial. Cada uno tiene su momento, para representar al personaje o a la idea que hay detrás del personaje. Quizá el menos afortunado, para mí, sea Cruise. Pero no sé si se debe a que nos daba otra ración de lo mismo, con la misma cara y los mismos gestos de siempre, o a que su personaje era el más antipático a mi forma de pensar.

En resumen, una obra de contenido político, interesante sin duda. Yo le pondría globalmente un siete, con la misma nota para la dirección y la interpretación.

Es otoño, lo vemos en las hojas de los árboles. Tiempo propicio para la reflexión y la introspección. Como la que nos suscita el filme.

Pentax *ist DS
SMC-M 200/4
ISO 200
Exposición: f/5,6 - 1/800s

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