En Bahrein, en un infierno de desierto, Fernando Alonso se ha vuelto dar un paseo por el circuito mientras los otros intentaban competir. Cómo corre el R25. Y no nos olvidemos de la salsa que le puso Martínez de la Rosa. La pena es que Schumacher no aguantara y pusiera un poco de salsa al asunto.
No, este vehículo no es un fórmula 1. Es un funicular lisboeta. Pero también es muy mono. Esta y otras fotos de la capital lusa en De viaje con la cámara al hombro.
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