sábado, abril 16, 2005

Las compañías telefónicas... y el paraíso capitalista

Dos días sin subir nada a este diaria no diario, pero que se actualiza casi a diario. Dos días. Cada vez que por casualidad se desconecta el router, pasan un par de días hasta que se sincroniza de nuevo con la conexión ADSL y puedo acceder de nuevo a la red de redes.

Si llamo al servicio técnico de Wanadoo, mi proveedor de servicios de internet, me dan largas y me marean, me dicen que ya me llamarán y no me llaman, o le hechan la culpa a Telefonica (no me olvido de la tilde en la o; es que esta empresa a renunciado a ella en su logotipo, por lo que supongo que ahora la palabra es llana). Escucho a los amigos qué tal les va, y me confiesan problemas de índole similar.

Nos prometían el paraíso. Con la liberalización del mercado de las telecomunicaciones, íbamos a tener un servicio maravilloso y más barato. La verdad es que cada vez es más difícil tener un servicio al usuario digno; sólo unos teléfonos con unos autómatas que nos torean, sin resolver nada. No hay oficinas a las que dirigirse. Sólo números de fax. Cada vez somos usuarios más indefensos. El paraíso capitalista nos tiene bien cogidos por los .ojones. Y el Gobierno con la política del "laissez faire, laissez paser"... "protegiendo" con su mirada atenta (y su inacción) al ciudadano.

No pasa sólo con los teléfonos. Recordemos la liberalización del mercado de los hidrocarburos. La libre competencia. Combustible más barato. Mejores servicios. Desde entonces, la subida ha sido continua e imparable, y ya quedan pocas estaciones de servicios que no sean autoservicio o te limpien atentamentamente el parabrisas. Eso sí. Te ponen unas tiendicas monísimas, donde te sacan más dinero.

Si esto es el paraíso, como será el infierno...



La imagen de hoy corresponde a los alrededores de Almudevar (Huesca), al amanecer.

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