Según el texto de la Wikipedia, en la mitología griega hay dos leyendas principales sobre Europa (en griego Εὐρώπη Eurôpê), la mujer que da nombre al continente europeo. En una, es seducida por el dios Zeus transformado en toro blanco, que la lleva a la isla de Creta. En otra, es secuestrada por los minoicos, quienes también la llevan a Creta. En todos los aspectos, Europa no puede ser separada del toro sagrado, que había sido adorado en el continente europeo, el Levante y la isla de Creta.
Hoy es jornada de reflexión en este país que tanto se ha identificado con el animal que raptó a Europa; hasta tal punto que los horteras de toda "la piel de toro" llevan la efigie de un conocido anuncio de brandy pegada en el coche (¿toda "la piel de toro"? No, un grupo de irreductibles nororientales ha decido que ellos prefieren llevar un burro. En fin, ¡qué se le va a hacer! ¡Hecho diferencial obliga!).
Y reflexionamos sobre Europa. O más concretamente, sobre la Unión Europea, vieja utopía que muchos han soñado. Sin embargo, no ha sido hasta el siglo XX cuando se ha comprendido que la vía para conseguirlo no era la de siempre... un "buen" ejército y una "buena" guerra. Parece que nos hemos convencido que el diálogo y las vías pacíficas son más adecuadas.
Votamos nuestra adhesión a un tratado constitucional. Unos dicen que sí, que es bueno, que nos irá mejor, más prósperos, que ganaremos una nueva ciudadanía, más universal,... que si no, nos vamos a hacer daño... otra vez. Otros dicen que no, que esto recorta libertades, que el proceso ha sido inadecuado, que se han olvidado de su pueblo, de su tribu, de su patio de vecinos, que es cosa del capitalismo...
No sé; más valdrá que reflexionemos sobre ello. Hoy. Pero también mañana. Y al otro. Y que cada uno vote lo que quiera. Yo, como en cada ocasión que me ofrecen la oportunidad, iré a votar. Y votaré que sí. Con un poquito de aprensión. Con su punto de escepticismo. Votaré que sí. Que cuantos más seamos, más reiremos.
En la fotografía de hoy, Don Quijote y Sancho Panza se dirigen hacia la aguja del Ayuntamiento de Bruselas, capital administrativa de la Unión Europea. Esta y otras imágenes de mis viajes en De viaje con la cámara al hombro.
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