viernes, febrero 11, 2005

Seamos clásicos... de vez en cuando

Hoy en día, poco a poco, se van imponiendo las cámaras digitales a la hora de realizar fotografías. La progresiva mejora de la calidad, la inmediatez a la hora de obtener resultados, la posibilidad de realizar un tratamiento personalizado de la imagen en el ordenador, sin necesidad de complejas instalaciones,... todo ello nos lleva, cada vez con más frecuencia, a optar por las nuevas tecnologías.

Sin embargo, algunos todavía apreciamos el placer de usar viejas cámaras fotográficas completamente mecánicas. La suavidad de sus mecanismos, el tacto del enfoque, el ligero sonido del obturador de una cámara de telémetro, o el contundete sonar del espejo de las viejas cámaras réflex. Leicas, Zeiss Ikon, Asahi Pentax,... marcas que nos hacen recordar otras épocas

Si alguien tiene una de estas cámaras que no la olvide por favor.

Para aquellos interesados en el tema sugiero un libro Cómo coleccionar y usar las cámaras clásicas de Ivor Matanle, editado por Omnicon.

También recomiendo visitar la página de Stephen Gandy, Cameraquest.com.



La fotografía aquí presentada está tomada con una Leica CL, cámara mecánica de 1973, con un objetivo Leica 90 f/4 Elmar-c, y la podéis encontrar en el reportaje sobre Perigord y Quercy en De viaje con la cámara al hombro.

Otras páginas del autor: Trenes de ayer y de hoy y Sala de exposiciones temporales.

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